jueves, 5 de agosto de 2010

Cuatro o cinco verdades


Cuánto tiempo transcurrido, cuánta acumulación de conocimientos inútiles, cuántas caídas y cuantas luchas hasta aprender las cuatro o cinco verdades: que no hay que preocuparse de nadaque hay que gozar el instanteque hay que amar la clama y la libertadque hay que imitar a la naturaleza,que hay que respirar plena y correctamente... 
Nadie nos habló en las escuelas o en las universidades, en nuestros primeros años de formación, de esas verdades. Y si alguien lo hubiera hecho nos habríamos echado a reír.


6 comentarios:

panteraenlanoche dijo...

Hay tantas teorías...,lo ideal preocuparse lo menos posible, aunque el preocuparse por algo significa que nos importa.
Más que imitar la naturaleza prefiero amarla,disfrutarla, sentirla.Te dejo una frase-para poder luchar por el mundo primero hay que amarlo.
Para vivir hay que amar, empezando por nosotros mismos, la naturaleza, la calma,la alegría,las personas, las cosas...y entonces miraré mi alma,miraré el mar bajo la lluvia,observaré el cielo y como es Agosto buscaré la lluvia de estrellas.
Pantera en la noche.

Verónica Calvo dijo...

Totalmente de acuerdo.
Nos pasamos mucho tiempo leyendo, la mayoría de veces sin reflexionar, buscando esa "varita mágica" y un buen día te das cuenta de que todo es más fácil, que los libros sólo contienen lo que tu interior sabe y que las pequeñas cosas encierran la sabiduría de la sencillez.
Estas verdades suelen ser el principio del camino a la armonía.

Un abrazo.

Patricia dijo...

tanto libro absurdamente aprendido para luego (y quizá afortunadamente, no demasiado tarde), uno pueda comprender que todas las verdades están dentro nuestro!
besos.

Joshua Naraim dijo...

Cuando algo nos importa, Pantera, en vez de preocuparnos, debemos ocuparnos. La preocupación, es como un vampiro que chupa nuestra energía, que trae a nuestro presente un futuro posible pero incierto y más imaginado que real.

La naturaleza es, a mi modo de ver, una escuela de sabiduría, los hombres, en nuestra vanidad, nos sentimos superiores al resto de los seres, pero usamos nuestra inteligencia como un niño un fusil cargado, poniendo en peligro todo lo que nos rodea. A veces pienso que la humanidad es el cáncer de nuestro planeta.

Por último, para vivir no es necesario el amor pero si lo es para que nuestra vida merezca la pena ser vivida. El amor es lo que nos une y nos transciende.

Un abrazo, bajo la lluvia de estrellas

Joshua Naraim dijo...

Namaste Ananda.
El camino de la armonía es a la vez sencillo y difícil, hay que recorrerlo y nadie puede hacerlo por nosotros.
Un abrazo.

Joshua Naraim dijo...

Bienvenida Patricia.
El camino del corazón nos lleva al lugar donde se encuentran todos nuestros tesoros, y curiosamente nos pasamos la vida buscándolos fuera.
Un abrazo

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