viernes, 29 de julio de 2005

El lado oscuro del corazón



La experiencia es la enfermedad
que ofrece menor peligro de contagio."
Oliverio Girondo

EL LADO OSCURO DEL CORAZÓN


No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! - y en esto soy irreductible no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretenden seducirme!
Esta fue - y no otra - la razón de que me enamorase tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?
¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa.
Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con que impaciencia yo esperaba que volviese, volando de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. "¡María Luisa! ¡María Luisa!... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Que delicia la de tener una mujer tan ligera... aunque nos haga ver, de vez en cuando las estrellas! ¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes... la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer a una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en conseguirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar.

Oliverio Girondo





miércoles, 27 de julio de 2005

Sinthá

Linda, la gatita persa de Joshua


Me fascina el hecho de que el azar
posea una música propia que sólo
cada uno puede descifrar:
Ni terapéutas, ni místicos, ni adivinos... (ni magos)
Cecila Martínez



SINTHÁ

Tardaron en quitar la cinta verde y plata, y el papel coloreado con el que estaba envuelto. Tardaron un poquito en abrirlo porque no es fácil cortar, cuidadosamente, y justo por la mitad, un huevo de pascua, pero la niña no se impacientó, únicamente observaba, tratando de guardar en su pensamiento las imágenes, algo que cada día le resultaba más difícil, pero, por fin, el huevo quedó dividido y convertido en dos grandes y huecas alas de chocolate que flanqueaban el casi minúsculo cuerpo de un gato.

—Se llama Sinthá, ¿Te gusta?

Marta cerró dos veces los ojos, señal de que sí le había gustado, en tanto que Sinthá, un persa de ojos intensamente azules, pelaje largo y dorado como el azúcar de caña, resbalando sobre el papel de celofán y la sábana, se esforzaba por erguirse sobre sus patas. Todos reían. Ella también lo hubiera hecho de haber podido, pero lo único que podía hacer era mirar el espejo en el que se reflejaban los rostros de sus padres y hermanos reunidos en torno a la cama para celebrar su cumpleaños. Sus rostros, y la perfecta reproducción de una Tizona, espada forjada en la primera herrería de su abuelo, que hubiera sido la vergüenza de El Cid pues no servía más que para ser considerada como inusual y, desde luego original, portalámparas. Eso, y ser consciente de cómo Sinthá
la había observado durante unos largos instantes, tras los cuales, sin ninguna dificultad, se convirtió en un ovillo dorado que se acurrucó entre sus manitas.

Sinthá creció, porque así es la naturaleza y no necesita mucha ayuda, independiente: jamás aceptó una caricia de nadie, ni la solicitó, y sin embargo, de una forma extraña, casi simbiótica, crecía dependiente de Marta, de quien era imposible separarlo pues, cuando lo intentaban, enseñaba sus afiladas uñas, bien en actitud de ataque, bien de defensa. Durante el día, permanecía en el hueco que formaban las manos y el torso de Marta: estiraba y estiraba sus patas delanteras hasta lograr que rozaran la barbilla de la niña, y después, entre ellas ocultaba el morro de modo que sólo podían verse sus ojos enormes y una nariz rosada y diminuta; el resto de su cuerpo permanecía tan inmóvil como el de ella. A medida que creía, aquellos ojos que siempre habían sido excesivamente grandes para las dimensiones de su cara de gato persa, seguían siendo demasiado grandes, por eso, cuando la luz llegaba desde el jardín y se reflejaba en ellos, Marta podía contemplar dentro de un halo azul, cómo los árboles retoñaban; despacio, pero retoñaban. De noche, una vez que se desperezaba, arqueaba el lomo y daba unas vueltas por la habitación, o paseaba por el alfeizar de la ventana, el azul se oscurecían adquiriendo tintes negro y un brillo salvaje en el cual, cuando de nuevo se acomodaba en su sitio, ella creía distinguir la luna o las estrellas.

Marta, poco a poco, aprendió a reconocerse en los ojos de Sinthá. Llegó a estar segura de que él era capaz de entender, y «sentir», su estado de ánimo, y hasta tal punto, que si los recuerdos, o aquel dolor intenso se hacían presentes, algo que ocurría con demasiada frecuencia, sus ojos de color azul persa —como decía su padre—, adquirían el de su pensamiento; pero si estaba alegre, dentro de ellos, y dándolos apariencia de mariposas que volaban entre mieses maduras, aparecían reflejos amarillos y blancos.

Junto a él, Marta también aprendió a no temer, a vivir exclusivamente el momento presente, a observarse a sí misma desde fuera de sí misma, a verse desde dentro de él, y a permitir que sus pensamientos y sentimientos se mezclaran con el instinto de Sinthá, al tiempo que, de una manera que no hubiera sabido explicar, aquel instinto pasaba a ser suyo. Y una noche, cuando la palabra miedo: miedo a los recuerdos, miedo al dolor, miedo al futuro, miedo a la muerte, ya no tenía ningún significado para ella, ocurrió, y, tras largos meses inmóvil, pudo volver a recorrer las calles, trepar a los árboles, correr por el jardín; sentir cómo el viento revolvía su pelo: largo, suave, fino, brillante y del color del azúcar de caña, y a ver, desde el mismo centro de los ojos de Sinthá, la luna y las estrellas. Pudo, de nuevo, sentir la alegría de vivir y la libertad.

La noche, la oscuridad que tanto le había atemorizado, fueron desde entonces sus mejores amigos.

Y así iban pasando las horas, los días: Marta y Cinta se miraban, se comprendían, se compenetraban.

Se comenta, y realmente no es para menos, que la fidelidad de Sinthá sorprende por parecer más propia de un perro que de un gato. Sea propia de un gato o no, hace más de un año que, sin fallar una noche, él entra al jardín por los sitios más inverosímiles y, sigilosamente, se acerca hasta la tumba de Marta. Tras unos instantes, los pocos que tarda en confundirse con la piedra de mármol, reposa la cabeza sobre sus patas delanteras, y espera, inmóvil, a que sus ojos con tintes oscuros y un brillo salvaje se llenen de mariposas amarillas y blancas. Entonces corre por la noche hasta perderse en ella, mientras los pájaros se despiertan y sus trinos son los más bellos que jamás se hayan oído.

Marta era una niña especial, muy especial, pero se dice que todos tenemos nuestro Sinthá. Un Sinthá al que no hemos de buscar cuando amanece, ni cuando es de día, porque no lo encontraremos. Dicen que tampoco hay que buscarlo fuera de nosotros, porque es imposible encontrarlo fuera, salvo que salga de un huevo de pascua. Se dicen muchas otras cosas; y quizá, tú que me lees, no me creas, o creas que exagero, o que me lo he inventado; sin embargo, si quieres comprobarlo por ti mismo, sólo tienes que adentrarte en tu propio jardín —cuando el sol cae y la luna toma su sitio en el cielo— buscar esa lápida, y esperar.

Esperar igual que lo hizo Marta.

Esperar igual que lo hace el Sinthá de esta historia que hoy escribo.

Si lo consigues, comprenderás, no solo que confiar en los demás —y en la vida— es importante, sino que nadie posee más que el momento presente para ser él mismo.

Si lo consigues, si de verdad lo consigues, sentirás algo desconocido, cálido, hermoso, purificador, y eso que de tanto nombrarlo ha perdido su significado, eso que de tanto ansiarlo dejamos escapar continuamente: la Libertad, la Libertad de ser, de elegir, de opinar, recorrerá tus venas, transformándote. Y lo hará de tal forma que ya nunca más volverás a ser la misma persona, ni podrás privar a nadie de su propia Libertad de ser, de elegir, de opinar.

Nunca.

Seguramente conozcas al autor de éste texto, intenta adivinarlo. En todo caso encontraras la respuesta en Lucernario (en los link de este blog) o en las direcciones siguientes:
http://www.lucernario.org/principal.htm
http://www.lucernario.org/mapa.htm
Te invito a que te pierdas en sus recovecos
Además, de encotrar la respuesta en Vidrio (entra por el índice) no dejes de visitar la "Atalaya", desde allí divisarás lugares de excepcional belleza.




lunes, 25 de julio de 2005

Aquel hombre...



ESO ERA AMOR
“Le comenté:
-Me entusiasman tus ojos.
Y ella dijo:
-¿Te gustan solos o con rímel?
-Grandes, (como los tuyos)
respondí sin dudar.
Y también sin dudar
me los dejó en un plato y se fue a tientas."
Ángel Gonzalez

AQUEL HOMBRE...


Aquel hombre…anduviera muchos mares
conociera muchos puertos
observara muchos rostros
escuchara muchas lenguas
saboreara muchos platos
pero nada le sabía mejor que el caldo de su madre
ninguna cara le gustaba más que la de su vecina, la pequeña Marianela
ninguna palabra era más hermosas que la que nombraba a su aldea
ningún puerto como aquél en el que pescaba de pequeño
ningún mar como el que bañaba las arenas en las que amara por primera vez.
Un día... decidió volver
encender la “lareira” de la vieja casa
dedicare a hacer “yoga”
contar cuentos
leer buenos libros
construir tambores
caminar por el monte
y darse cinco años
para buscarse otra forma de vida
ahora… puedes verlo horas delante de un árbol
como antes lo veías mirar el mar
procurando una respuesta
el misterio de la vida.




domingo, 24 de julio de 2005

Al otro lado


Emborráchate de amor o guerra, y beberás a oscuras
el agua que brota de las piedras desnudas;

golpean con sus pies de tantanes los días tardíos; y bailan; y se repiten,
cansinos como sus nombres, en el antiguo calendario del mundo.
¡Qué difícil resulta entender que no se es mucho más que una parte de la tramoya!

Hay que aceptarlo; doblar cuidadosamente pensamientos, guardar letras y
poemas en el armario del alma y cerrarlos bajo siete llaves.

Huelgan recuerdos y ventanas; ¿a qué la luz, si no hemos de leerlos?, te
preguntas. Sentada, y con los pies colgando sobre el abismo, tiras un
zapato, sólo por distraerte, y esperas, sin prisa: sabes que más pronto,
o más tarde, oirás un plof;
pero sorprende -siempre habrá algo que sorprenda- rebota como una
pelota de colores, aquella de tu infancia, hasta calzar de nuevo el pie,
o se aleja como un ave que roza con sus alas las pupilas,
cansadas de ver -sin mirar- tanta sinrazón, tanta desgracia; y
hiere, y araña la piel, y el corazón, y la mejilla.

Mientras la niebla se riza los cabellos con las ramas,
mientras la mano acaricia la fiera que más temes,
mientras el universo sigue su curso imperturbable,
observas a una mujer, parecida a ti, sentada al otro lado del abismo,
y la saludas.


indah

Adaptación y composición: Joshua Naraim


miércoles, 20 de julio de 2005

Las mujeres de mi generación


A Mienvá,
“...ya no persigo sueños rotos,
los he cosido con el hilo de tus ojos."
Xosé Carlos Caneiro

LAS MUJERES DE MI GENERACIÓN


Las mujeres de mi generación
abrieron sus pétalos rebeldes
de rosas, camelias, orquídeas y otras yerbas,
de saloncitos tristes, de casitas burguesas,
de costumbres añejas,
sino de yuyos peregrinos entre vientos.

Porque las mujeres de mi generación florecieron
en las calles, en las fábricas,
se hicieron hilanderas de sueños,
en el sindicato organizaron el amor
según sus sabios criterios.

Es decir, dijeron las mujeres de mi generación,
a cada cual según su necesidad
y capacidad de respuesta,
como en la lucha golpe a golpe,
en el amor beso a beso.

Y en las aulas argentinas, chilenas o uruguayas,
supieron lo que tenían que saber,
para el saber glorioso
de las mujeres de mi generación.

Minifalderas en flor de los sesenta,
las mujeres de mi generación
no ocultaron ni las sombras de sus muslos,
que fueron los de Tania.

Erotizando con el mayor de los calibres
los caminos duros de la cita con la muerte.

Porque las mujeres de mi generación,
bebieron con ganas del vino de los vivos,
acudieron a todas las llamadas
y fueron dignas en la derrota.

En los cuarteles las llamaron putas
y no las ofendieron,
porque venían de un bosque de sinónimos alegres:
minas, grelas, percantas, cabritas, minones,
gurisas, garotas, jevas, zipotas,
viejas, chavalas, señoritas.

Hasta que ellas mismas escribieron
la palabra Compañera,
en todas las espaldas
y en los muros de todos los hoteles.

Porque las mujeres de mi generación nos marcaron
con el fuero indeleble de sus uñas
la verdad universal de sus derechos.

Conocieron la cárcel y los golpes,
habitaron en mil patrias y en ninguna,
lloraron a sus muertos y a los míos como suyos,
dieron calor al frío y al cansancio deseos,
al agua sabor y al fuego lo orientaron
por un rumbo cierto.

Las mujeres de mi generación parieron hijos eternos,
cantando Summertime les dieron teta,
fumaron marihuana en los descansos,
danzaron lo mejor del vino
y bebieron las mejores melodías.

Porque las mujeres de mi generación,
nos enseñaron que la vida
no se ofrece a sorbos, compañeros,
sino de golpe y hasta el fondo de las consecuencias.

Fueron estudiantes, mineras, sindicalistas, obreras,
artesanas, actrices, guerrilleras,
hasta madres y parejas
en los ratos libres de la Resistencia.

Porque las mujeres de mi generación,
sólo respetaron los límites
que superaban todas las fronteras.

Internacionalistas del cariño, brigadistas del amor,
cmisarias del decir te quiero, milicianas de la caricia.

Entre batalla y batalla,
las mujeres de mi generación lo dieron todo
y dijeron que eso apenas era suficiente.

Las declararon viudas en Córdoba y en Tlatelolco,
las vistieron de negro en Puerto Montt y Sao Paulo,
y en Santiago, Buenos Aires o Montevideo,
fueron las únicas estrellas
de la larga noche clandestina.

Sus canas no son canas,
sino una forma de ser
para el quehacer que les espera.

Las arrugas que asoman en sus rostros,
dicen he reído y he llorado y volvería a hacerlo.

Las mujeres de mi generación,
han ganado algunos kilos de razones
que se pegan a sus cuerpos,
se mueven algo más lentas,
cansadas de esperarnos en las metas.

Escriben cartas que incendian las memorias.

Recuerdan aromas proscritos y los cantan.
Inventan cada día las palabras
y con ellas nos empujan,
nombran las cosas y nos amueblan el mundo.

Escriben verdades en la arena y las ofrendan al mar.

Nos convocan y nos paren sobre la mesa dispuesta.

Ellas dicen pan, trabajo, justicia, libertad,
y la prudencia se transforma en vergüenza.

Las mujeres de mi generación son como las barricadas:
protegen y animan, dan confianza
y suavizan el filo de la ira.

Las mujeres de mi generación
son como un puño cerrado,
que resguarda con violencia la ternura del mundo.

Las mujeres de mi generación no gritan,
porque ellas derrotaron al silencio.

Si algo nos marca, son ellas.

La identidad del siglo, son ellas.

Ellas: la fe devuelta, el valor oculto en un panfleto,
el beso clandestino, el retorno a todos los derechos.

Un tango en la serena soledad de un aeropuerto,
un poema de Gelman escrito en una servilleta,
Benedetti compartido en el planeta de un paraguas,
los nombres de los amigos
guardados con ramitas de lavanda.

Las cartas que hacen besar al cartero,
las manos que sostienen los retratos de mis muertos,
los elementos simples de los días
que aterran al tirano,
la compleja arquitectura de los sueños de tus nietos.

Lo son todo y todo lo sostienen,
porque todo viene con sus pasos
y nos llega y nos sorprende.

No hay soledad donde ellas miren,
ni olvido mientras ellas canten,
intelectuales del instinto, instinto de la razón,
prueba de fuerza para el fuerte
y amorosa vitamina del débil.

Así son ellas, las únicas, irrepetibles, imprescindibles, sufridas,
golpeadas,
negadas pero invictas mujeres de mi generación.

Luis Sepúlveda





martes, 19 de julio de 2005

¿Quien es el tonto?



“Tú escribes en el fuego
como otros en el agua.
Endureces la tierra
haciéndola fecunda,
y juegas con el aire
que respira.
Cuando hablas o lees
tus poemas,
uno no sabe nunca
cuándo acaba el poeta
de decirnos sus versos.
Ahora que estás lejos,
yo te escucho y escribo."
José Corredor-Matheos

¿QUIÉN ES EL TONTO?


Se cuenta que en una ciudad del interior un grupo de personas se divertía con un tonto de la aldea. Un pobre infeliz, de poca inteligencia, que vivía de pequeñas changas y limosnas. Diariamente ellos llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas:
una grande de 1 peso y
otra menor, de 25 centavos.
Él siempre escogía la menor y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.
Cierto día, uno de los miembros del grupo le llamó y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda que elegía valía menos, bastante menos.
Lo sé, respondió, no soy tan bobo. Ella vale cuatro veces menos, pero el día que escoja la otra, el jueguito acaba, no me darán más a elegir y no voy a ganar más mi moneda.
Se pueden sacar varias conclusiones de esta pequeña historia.

1) Quién parece tonto, no siempre lo es.
2) Hay quienes se creen vivos y son unos simples idiotas.
3) La ambición no so es buena consejera.

Pero la conclusión más interesante es, creo:

La percepción de que podemos estar bien, aún cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros mismos. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan de nosotros, pero sí, lo que realmente somos.

"El mayor placer de un hombre inteligente es aparentar ser tonto delante de un idiota que aparenta ser inteligente"





lunes, 18 de julio de 2005

Leyenda árabe

“Mi diario es un testamento sentimental,
escrito cada día según me viene
y de acuerdo como me encuentro,
un día trasluzco , quizá cinismo,
otro indiferencia,
casi siempre curiosidad
y por encima de todo hambre de conocimiento.
El conocimiento es la única vacuna conocida contra la violencia,
que no engendra nuevas violencias;
los violentos son siempre lectores de un solo libro,
prefiero el conocimiento del amor
afrontado desde posiciones distintas,
dejando huecos para la reflexión."
Joshua Naraim

LEYENDA ÁRABE


Dice una linda leyenda que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron. El ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:

"Hoy mi mejor amigo me ofendió y me lástimo el corazón"

Siguieron adelante y llegaron a un oasis en donde resolvieron bañarse. El que había sido ofendido y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra.

"Hoy mi mejor amigo me salvó la vida"

Intrigado el amigo preguntó: ¿Por qué después de que te lastimé escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?
Sonriendo el otro amigo respondió:
"Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado, cuando nos pase algo grandioso debemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo".





domingo, 17 de julio de 2005

Cuando el amor...



“Sé que un día te irás.
Sé que en el agua y muerta y plácida de tu alma
mi llama es como el monstruo que se acerca a la orilla
y espanta sus pálidos peces de oro."
Alfonsina Storni


Cuando el amor, ese desesperado
afán de no estar sólo,
tiñe de azul mi corazón,
y se acercan a mí
todas las criaturas de su mano,
de repente me asalta furia por seguir
siendo yo solamente, pobre y frío
yo, en mi desmantelada
guarida, que ni para ser
sepulcro sirve pero es mía.
No quiero mirar nada
a través de otros ojos,
ni dormitar sobre la dúctil gracia
de una cintura o una mano,
del arco de unos labios o unas cejas.
Quiero ser yo, ser mío, ser mi dueño
y mi esclavo, morir en mi tiniebla.
Que muera en mi tiniebla
todo aquello que pudo ser mi hijo,
sangre mía, mi casta, regusto de mi boca.
Que cada amanecer en sí mismo se cierre,
sin verter su palabra al oído de un cómplice.

Antonio Gala




miércoles, 13 de julio de 2005

Cuando llegue el momento


“Me manifiesto entonces en los términos de una locura temporal
Y me siento llevado por el afecto de nuestro noble bruto
Que a veces nos ama y a veces nos detesta."

Carlos Oroza


Cuando llegue el momento
-que ha de llegar-
quiero estar presto,
liguero de equipaje,
con la maleta vacía
y el alma llena.

Llena de todos los tesoros de mi vida,
guardados, día a día,
con esmero tenaz y paciencia infinita,
y algún otro que alcanzar espero,
no sin sudor y sufrimiento,
antes de la postrer cita.

Con cariño conservo,
del niño que fui y ya no soy:
La inocencia de sus grandes ojos,
con los que devoraba el mundo,
asomado a su mirada.
La magia de sus mundos imposibles,
tan reales a su imaginación
como irreales para sus mayores,
siempre ciegos de lógica.
La insultante franqueza de sus palabras
sin dobleces, sin falsas intenciones,
que, en más de una ocasión,
escupieron verdades como bofetadas.

Con cariño conservo,
del joven que fui y ya no soy:
La ilusión de vivir cada día
como si fuera el último,
ese impulso capaz de trasformar
deseos en sueños
y sueños en realidades,
convirtiendo la dificultad en triunfo
y el triunfo en gozo.
La capacidad de enamorarse
de la vida y sus aledaños,
poniendo el corazón, virgen todavía,
al borde de la locura,
si es preciso.
La rebeldía a la norma establecida,
en la certeza
de que toda verdad encierra
una mentira que descubrir.
Y el compañerismo,
asesinado por el tiempo, sin piedad,
en pos de intereses triunfadores:
como la fama, el dinero y el poder
y todos los abalorios y oropeles
que los adornan.

Con cariño conservo
del hombre que soy
y de la edad media que vivo:
La coherencia, incoherente en nuestro mundo,
en la que palabra, obra y pensamiento
tienden a la armonía
y entonan un mismo canto.
La mesura, alejada de los extremos que se tocan,
donde la intolerancia, la violencia y la falta de respecto
no tienen cabida.
El equilibrio, siempre difícil,
del funámbulo que camina sin red,
a gran altura,
sobre la cuerda floja
tejida de tiempo y vida.
El compromiso con las verdades asumidas,
reconociendo humilde,
que hay tantas verdades
como mentiras nos creemos.
Y la justicia, siempre misericorde,
de no juzgar a nadie,
por incompetencia
del juez que juzga,
abandonando la bandera de la tolerancia,
siempre engreída,
por la del respeto,
más a la altura de los prójimos.

Hay otros tesoros que me esperan
ansiosos de cosecha:
La sabiduría del viejo
que aspiro a ser,
y que todavía no soy,
esculpida de años
en arrugas bellas,
a golpe de corazón, labradas,
alegres unas,
otras en cambio,
grabadas a fuego en llanto y pena,
pero todas queridas
como propias.
Y la virtud de vivir cada día
como si la vida fuese eterna.

Y la paz del anciano,
con la conciencia tranquila
de haber vivido
con el niño,
con el joven,
con el hombre,
con el viejo,
que fue y ya no es,
y que espera a su eterna enamorada,
que no faltará a su cita.

Mis tesoros no necesitan maletas:
están vacías.

Por eso,
cuando llegue el momento
-que ha de llegar-
quiero estar presto,
liguero de equipaje,
con la maleta vacía
y el alma llena.

Joshua Naraim




lunes, 11 de julio de 2005

Signos en clave de humor



"No hay nada que me impida
oír la voz del árbol
cuando sueña,
las plegarias que brotan
de sus hojas.
José Corredor-Matheos

CÁNCER
Es un signo de Agua: EL RÍO
Su rasgo más evidente: LA INSEGURIDAD SENTIMENTAL
Su frase favorita: SIENTO, LUEGO EXISTO
Su lema: LA VIDA ES BREVE; POR LO MENOS QUE TE QUIERA ALGUIEN

De entrada, no te dan un pelín de confianza; te la tienes que ganar a base de cariño y ternuras. Y de decirle mil veces que le quieres, porque Cáncer, más que un sentimental, es un vampiro del cariño y todo el amor le parece poco.

Tu le dices: -Te quiero-
Y Cáncer te pregunta: - ¿Cuánto?-

SAGITARIO
Es un signo de Fuego: LA BRASA
Su rasgo más evidente: LA VERDAD POR DELANTE
Su frase favorita: TE VOY A SER SINCERO
Su lema: LA VIDA ES BREVE, GALOPA Y CORTA EL VIENTO

Su vitalismo es agotador y su sonrisa va siempre por delante de ellos. Tienen un espíritu delicado y unas patazas que no le caben en ningún sitio. Se les reconoce en el autobús o en el metro: es esa persona que lleva más de diez minutos pisándote el pie y aún no se ha dado cuenta, porque te mira y sonríe: -¡Hola, hola,..!
Y claro, a alguien que te sonríe así, ¿qué le vas a decir?, ¿que te está pisando? ¡ni se te ocurra!, porque Sagitario lo sentirá muchísimo, levantará el pie, y te dará una patada en la espinilla. Sagitario es sincero, pero no es sutil, y si se empeña en decirte la verdad, tarde o temprano te la dirá.

Por eso te sugiero, que si alguien de este signo se te acerca y te dice: -Te voy a decir la verdad....-
Le digas: -¿Y yo qué te he hecho....?-

CAPRICORNIO
Es un signo de Tierra: EL SEMBRADOR
Su rasgo más evidente: CREE QUE ES IMPRESCINDIBLE
Su frase favorita: QUE SERÍA DE TI SIN MÍ
Su lema: LA VIDA ES BREVE, MENOS MAL QUE ES EMPINADA

Es una cabra y la cabra siempre tira el monte. Si ves que un Capricornio se tira desde un décimo piso, ¡síguele!, que va hacia arriba. Más que en la suerte, cree en el esfuerzo, y eso hace que como padre sea un pelín pesao.
Capricornio, para ser feliz, tiene que controlarlo todo, y si no, se pone de los nervios. Como ese cura Capricornio, que se estaba muriendo, y en agonía le decía a las monjas que le cuidaban: -¡Ay, que será de vosotras cuando yo muera, quien os cuidará, quién guiará vuestros pasos!-
Y una de las monjas, creo que era Leo, exclamó: -No se preocupe su Santidad, que también murió Jesucristo y hemos salido adelante-

PISCIS
Es un signo de Agua: EL MAR
Su rasgo más evidente: SOÑAR DESPIERTO
Su frase favorita: ¿A QUE NO SABES LO QUE ME HA PASADO?
Su lema: LA VIDA ES BREVE, PERO SI NO SUEÑAS SE TE HACE LARGUÍSIMA

Es lo más sensible que hay en el Zodíaco y tiene suelto el muelle de la risa y el llanto, de tal manera que pasa de uno a otro con una facilidad única. Piscis llora porque se ha muerto su tía, y al rato se desternilla de risa porque la pobre está muy gorda y no cabe en la caja. Piscis, más que vivir, existe.

Ese Piscis que mira entusiasmado un atardecer, se le acerca uno y le dice: -¿Qué haces?-
Y dice Piscis, sin dejar de mirar el atardecer: -Nada-
Y dice el otro: -¿Y no te aburres?-
Y remata Piscis: -Si no me interrumpen, no...-




viernes, 8 de julio de 2005

Cuando escucho...




“Enamorarte es una oportunidad maravillosa para ti.
Normalmente vives protegida detrás de los muros de tu propio ego.
Te gusta la invulnerabilidad de que gozas allí.
Enamorarte derriba las murallas.
Quedas expuesta y frágil,
pero la emoción arrolladora del amor convierte tus dudas
en un éxtasis en vez del dolor que esperabas sufrir.
Enamorarse significa compartir lo desconocido con otra alma,
estar dispuestos a entrar juntos
en la sabiduría de la incertidumbre.”
Deepak Chopra




Cuando escucho que me quieres,
mis oídos regalados
por las palabras tuyas
vibran de amor.

Cuando veo que me quieres
mis ojos regalados
por las imágenes tuyas
brillan de amor.

Cuando siento que me quieres
mi cuerpo regalado
por el cuerpo tuyo
tiembla de amor.

Cuando sé que me quieres
mi corazón regalado
por el corazón tuyo
late de amor.

Cuando escucho,
cuando veo,
cuando siento,
cuando sé
que me quieres

¡Soy feliz!

Joshua Naraim




miércoles, 6 de julio de 2005

...Y aprendí a amarlas



A Cris,

“Acerqué mis labios a tus manos
y tu piel tenía la suavidad de los sueños.
Algo semejante a la eternidad
rozó un instante mis labios”


Tu cuerpo ya no padece el pecado de la soberbia juvenil; tus medidas no están en los cánones de los 90-60-90, ideal de la belleza frívola;
tu piel y tu alma tienen las arrugas que el amor y la vida han esculpido, con goce y dolor, a su paso; y sin embargo la belleza no te ha abandonado, surge como una fuente interna que te convierte en una mujer madura, atractiva, inteligente y, consiguientemente, peligrosa.

Por que como dice Xosé Carlos Caneiro:

“...os seres humanos, mulleres e homes, son algo máis que 90-60-90.
Son caricias, bicos, abrazos, intelixencia, sensibilidade, paixón,
desexo, versos, ollos de vértigo, libros, corpo sen medida.
Son un bótote de menos cando non estás, aínda que nunca te vaias.
Son un quérote como es, así, aínda que non sexas 90-60-90.
Así. Tan libre. Rotundamente buena.”

Como tú.

Y como decía Fernando Robles, en “Lugares comunes”, digo:

"A las pocas mujeres que conocí en mi vida, las admiré, las observé, traté de descifrarlas, pero nunca dejaron de ser un misterio. Nunca dejaron de sorprenderme…
Yo creo que lo que realmente importa es disfrutar de su presencia. No me di cuenta enseguida, pero después de un tiempito aprendí a escucharlas, a valorar los silencios, las miradas… Esos momentos en que parece que no pasa nada, y les pasa un mundo… Aprendí a respetar su intuición, su inteligencia. Y aprendí a amarlas.

Joshua Naraim




martes, 5 de julio de 2005

Mujeres

bororo nomada


"Tú, el que pasas, tú dijiste: ésa no sabe amar.
Eras tú el que no sabías despertar mi amor.
Amo mejor que los que mejor amaron."
Alfonsina Storni

MUJERES


Hay mujeres que esperan el autobús para ir a trabajar a las cinco de la mañana, mientras otras mujeres bajan del autobús a la misma hora para ir a dormir.

Hay mujeres que toman el desayuno en la cama, mientras otras mujeres apuran un café con leche, paradas en la cocina.

Hay mujeres que se ponen al sol sin corpiño y hay mujeres que no pueden ver la luz sin su velo.

Hay mujeres que eligen qué quieren ser y hay mujeres que, para ser, no pueden elegir.

Hay mujeres que caminan al costado del hombre; hay mujeres que caminan adelante del hombre; y hay mujeres que caminan a dos pasos por detrás del hombre.

Hay mujeres amadas, repudiadas, aceptadas, discriminadas, elogiadas, defenestradas, violentadas, cuidadas, maltratadas, acariciadas...

Hay mujeres que se sienten plenas dentro de su cuerpo, hay mujeres que prefieren el filo del bisturí a la evidencia de la arruga.

Hay mujeres flacas, gordas, medianas, rubias, morochas, pelirrojas, jóvenes, ancianas, deportistas, sedentarias...

Hay mujeres y mujeres, así como hombres y hombres, niños y niñas.

Graciela Noemí Bermúdez




domingo, 3 de julio de 2005

Sensitivo

Saxo


A ti que te sientes sola

"Ocupar un lugar en el corazón de alguien
significa no estar nunca solo. "
Alejandro Pérez



Hoy me siento...
sensitivo
tierno
sentimental
cariñoso
generoso
romántico...
Presto a entregarme a cualquier invitación,
presto a consumirme ante cualquier aventura.

Hoy estoy de guardia en tu soledad
y soy amigo de tu tristeza;
quiero ser el Robin Hood de tu melancolía,
el Francisco de Asís de tu desesperación.
¡Solitaria de alma!
Como tantos millones de seres humanos,
solitarios en compañía.

Te invito a revelarte contra esa soledad
injusta y castradora.
No contra la soledad libremente aceptada,
tan necesaria como reparadora.

El cambio exige salir a cuerpo a la calle,
menos cuarto de baño y menos espejos
y más brisas,
más colisiones callejeras.
Hay que mover más el cuerpo,
ejercitar más el cuerpo,
hablar más a través de las caricias.

Hoy soy tu amigo sin rostro,
tu vecino sin puerta,
tu hermano virtual;
un poeta -vana ilusión-
que te presta, de cuando en cuando,
sus poemas de limón y miel,
y te entretiene;
y si acaso te aburre
desaparece con un simple clic.

Pero también, entre líneas,
te dice cosas
que te despiertan
y –acaso- te hacen feliz.

Hoy no estás sola.
Hoy al roce del viento
escucho tu música.

Joshua Naraim




sábado, 2 de julio de 2005

Enséñame a ser feliz

Fantasía


A todos mis amigos

"Los niños imaginan con facilidad las cosas que desean y no tienen.
Cuando en su madurez conservan esa facultad maravillosa,
se dice de ellos que son poetas o locos."
Joshua Naraim



ENSÉÑAME A SER FELIZ

Hace muchísimos años, vivía en la India un hombre al que se consideraba el hombre más feliz del mundo. Muchos reyes, envidiosos, le ofrecían poder y dinero, y hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano. Mientras más lo intentaban, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir. Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz. Un día llegó ante él un niño y le dijo: "Señor, al igual que tu, también quiero ser inmensamente feliz. "Por que no me enseñas... ¿qué debo hacer para conseguirlo? El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo: "A ti te enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y estos son:

"mi mente" y "mi corazón".


El gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida:

"El primer paso, es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas de la vida, y por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todas las cosas que tienes."

"El segundo paso, es que debes quererte a ti mismo, y todos los días al levantarte y al acostarte, debes afirmar: yo soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer: Este paso se llama autoestima alta."

"El tercer paso, es que debes poner en practica todo lo que dices que eres, es decir, si piensas que eres inteligente actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama motivación."

"El cuarto paso, es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra tú las tuyas."

"El quinto paso, es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te deja ser feliz; deja que las leyes de Dios hagan justicia, y tú perdona y olvida."

"El sexto paso, es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo a las leyes de la naturaleza, mañana te quitaran algo de mas valor."

"El séptimo paso, es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tienen derecho a que se nos respete y se nos quiera."

"Y por ultimo,
levántate siempre con una sonrisa en los labios,
observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito;
piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes;
ayuda a los demás sin pensar que vas a recibir nada a cambio;
mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades
y dales también a ellos el secreto para ser triunfador y que de esta manera,
puedan ser felices..."

"Aplica estos pasos y veras que fácil y que difícil es Ser Feliz."

Anónimo




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