sábado, 29 de mayo de 2010

Se dejaba llevar


Azul, líneas en el mar
que profundo y sin domar
acaricia una verdad

y tú
no lo pienses más,
o te largas de una vez
o no vuelves nunca hacia atrás.

Se dejaba llevar,
se dejaba llevar por ti,
no esperaba jamás
y no espera sino es por ti,
nunca la oyes hablar,
solo habla contigo y nadie más,
nada puedes sufrir
que ella no sepa solucionar.

Temor,
alcohol de quemar,
pon tus manos a volar
o en tus ojos el terror,
Azul vuelve a reflejar,
y fundido con el sol
reina un sueño
de sonido a mar.

Se dejaba llevar,
se dejaba llevar por ti,
no esperaba jamás
y no espera sino es por ti,
nunca la oyes hablar,
solo habla contigo y nadie más,
nada puedes sufrir
que ella no sepa solucionar.

Se dejaba llevar...

(Antonio Vega)

martes, 25 de mayo de 2010

Ausencia

Guayasamin - "Llanto"

¡Cuanto añora tu luz,
mi oscuridad!
Joshua Naraim

Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.

Jorge Luis Borges




viernes, 21 de mayo de 2010

Nocturno



Son llamas las palabras y son llamas los ojos,
que lloran sin llorar por el ser que yo fui
(aquel fuego cansado que temblaba
junto a otros jardines de otro mar)
y por el ser que ahora está mirando
fijamente una llama,
y que es, en soledad, la llama más gozosa.

Duermes como la noche duerme:
con silencio y con estrellas.
Y con sombras también.
Como los montes sienten el peso de la noche,
así hoy sientes tú esos pesares.
que el tiempo nos depara:
suavemente y en paz.

Te han llovido las sombras,
pero estás aquí, abrazando la almohada
(en negra noche)
toda la luz del mundo.
Yo pienso que la noche, como la vida, oculta
miserias y terrores,
mas tu duermes a salvo,
pues en el pecho llevas una hoguera de oro:
la del amor que enciende más amor.

Gracias a él aún crecerá en el mundo
el bosque de lo manso
y seguirán girando los planetas
despacio, muy despacio, encimo de tus ojos,
produciendo esa música
que en tu rostro disuelve la idea del dolor,
cada dolor del mundo.

Reposas en lo blanco
como en lo blanco cae en paz la nieve.
Duermes como la noche duerme
en el rostro sereno de esa niña
que todavía ignora
aquel dolor que habrá de recibir
cuando sea mujer.

Otra noche,
la nieve de tu piel y de tu vida
reposan milagrosamente al lado
de un resplandor de llamas,
del amor que se enciende en más amor.
El que te salvará.
El que nos salvará.

Del "Libro de la Mansedumbre". Antonio Colinas



viernes, 14 de mayo de 2010

Otras voces: Razia Said



"El espectáculo de lo bello,
en cualquier forma que se presente,
levanta la mente a nobles aspiraciones"
Bécquer

OMAMA

jueves, 6 de mayo de 2010

El ilusionista...

Mauro Andriole. "O Ilusionista"

A Lilian,
aliada de las artes
y de los sueños.

XXI

J había decidido ser valiente. Ésa era su fuerza, su ímpetu, su manera de salir a buscar lo que necesitaba, por encima de trabas y obstáculos porque el premio era la mejor recompensa posible.

Decidió darle un portazo a palabras como fracaso, como desazón, y abrirle las puertas de par en par a cosas como los sueños y los deseos.

Y se dijo:

-Vale la pena jugar y se feliz, aunque al final te toque perder. Es más bonito creer en el ilusionista y asombrarse, que descubrir el truco y hacerte infeliz.

Y así, J se convirtió en ilusionista. A partir de ahora él sería su propio mago.

De “Escorzos”. Juan Carlos Vellido

El regalo...


A Wendy,
en un día especial.
"Cierro los ojos para poder soñarte mejor"

VII

Un día J compró una caja de cartón decorada con motivos y letras orientales, empaquetó los cinco elementos que sustentan la vida, uno por uno, en papel de seda de color esperanza, y los metió dentro de la caja. Y entonces se subió a un tren.

Últimamente J leía mucho, y en una de esas lecturas aprendió la teoría de los elementos de la vida, que según el feng-shui, eran cinco. Cinco materias diferentes pero complementarias, para buscar la armonía, el orden frente al caos, la luz en las tinieblas.

J bajó del tren y se fue a buscar a W para regalarle los cinco elementos. Cinco, como los cinco sentidos. Como los cinco dedos de una mano. Como las cinco líneas de un pentagrama. Como los cinco brazos de una estrella de mar, como las cinco letras que componen su nombre.

Madera, para cobijarla.
Fuego, para iluminarla.
Tierra, para estar siempre en pie.
Piedra para defenderse.
Metal, para estar a salvo.

J le regaló los cinco elementos para que W estuviese siempre en armonía.

De “Escorzos”. Juan Carlos Vellido

martes, 4 de mayo de 2010

Vivir es muy simple...





Vivir es muy simple si va acompañado
de una sana conciencia,
de capacidad para pensar
y de libertad para vivir.

(De la Brújula interior. Alex Rovira)


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