domingo, 30 de noviembre de 2008

Palabras como caricias

Me gustaría evocar palabras que besen,
que abracen,
que curen.

Palabras como caricias
que sanen heridas recientes y restauren orgullos perdidos,
que alivien el sufrimiento y exorcicen,
como si uno fuese un mago o un chamán,
este nuevo miedo en que habitas.

Frases que una vez dichas
congreguen de nuevo la sonrisa y la luz de tus ojos,
sonidos con una musicalidad nueva
que te trajeran un poco de la alegría
que, mientras dura el invierno,
todos necesitamos para vivir.


Cuando escucho que me quieres,
mis oídos regalados
por las palabras tuyas
vibran de amor.

Cuando veo que me quieres
mis ojos regalados
por las imágenes tuyas
brillan de amor.

Cuando siento que me quieres
mi cuerpo regalado
por el cuerpo tuyo
tiembla de amor.

Cuando sé que me quieres
mi corazón regalado
por el corazón tuyo
late de amor.

Cuando escucho,
cuando veo,
cuando siento,
cuando sé
que me quieres

¡Soy feliz!

Joshua Naraim









lunes, 3 de noviembre de 2008

Nostalgia

Niños jugando a las bolas - Antonio López Torres - 1902 - 1987



Y ahora te quiero llevar en una estrella.
Dónde están los amigos con los que jugué de niño.
Qué se hizo de nuestra ingenuidad y de nuestra alegría. Qué fue de nuestros juegos.
Dónde están aquellos caballos de cartón, aquellos aros de hierro, aquellas canicas de barro o de cristal,
aquellos trompos de madera, aquellas cajas de zapatos convertidas por obra y gracia de la fantasía en automóviles.

Qué fue de aquellos pantalones cortos, de aquellas camisas remendadas, de aquellos zapatos de goma,
de aquellos babis, de los abrigos heredados. Qué fue de aquel traje de primera comunión.
De aquellas cartas a los reyes, de aquellos maestros, de aquellos curas.
De aquellas tardes pardas y frías de invierno, de las lecciones cantadas, de los deberes, de los castigos, del debo guardar silencio, de los cabos y de los golfos de España.

De los tiempos del verbo, de la tabla de multiplicar.
Dónde están aquellas golondrinas, aquellos campos, aquellas cigüeñas, aquellos paisajes, aquellos años.
Qué se hizo de nuestra pureza y de nuestra sinceridad, qué fue de aquellos sueños.
Dónde están los primeros cigarrillos, las primeras novias, los primeros besos, los primeros deseos, qué fue de nuestro propósito de cambiar el mundo. Qué se hizo de aquel “no nos moverán”.

Dónde están aquellos inconformistas, dónde están aquellos rebeldes, aquellos soñadores de pelo largo,
qué fue de aquellas verdades, de aquellos lemas, de aquella intransigencia con la rutina y con el aburguesamiento.
Qué pasó con la recogida de firmas, con las carreras, con la ilusión, con aquella esperanza.
Qué queda del amor libre, de la imaginación al poder, de aquellas canciones que nos prometían.
Por qué no nos ha movido, por qué no hemos vencido todavía, por qué no llueve a gusto de todos, qué ha fallado.


Texto: Jesus Quintero
Música: Grensleeves de Leonard Cohen


viernes, 31 de octubre de 2008

Darwinismo sentimental


Me pregunto si tu afecto hacia mí habrá sufrido la misma metamorfosis. Y es que se han pulido las aristas que provocaban tus desapariciones, ya no saben a hiel los sabores del segundo o el tercer puesto. No llevo ya la cuenta de tus llamadas - siempre tan pocas, siempre tan distantes - ni escruto tus palabras en busca de mensajes ocultos que me convencieran de tu aprecio.

Así son los afectos que permanecem, los lazos que sobreviven, este recién descubierto darwinismo sentimental. Un quererte sin esperar nada o quizás sí y sólo es treta, estrategia de supervivencia para no ahuyentar los cariños añejos, extraños y preciados como la perla que encontramos en el fondo del mar.

Escrito por Zol

domingo, 26 de octubre de 2008

Cosas que se le ocurren a alguien que no sabe de economía

Se avecina un tiempo de inspección, de riguroso análisis,
de peritaje insobornable y concienzudo.
Se tasarán algunas fechas de caducidad
(de cuya existencia siempre se sospecha,
como se temen las pérdidas y los jurados),
se auditará cierta miopía,
que se presume puede ser intencionada.
En la estimación habrá interferencias,
porque nadie, ni el juez más honesto,
es libre de influencias y vestigios del pasado,
de obsesiones que dirijan el entendimiento y sojuzguen la paz
que tanto ha costado construir.

1.- El gobierno de Estados Unidos destina 700.000 millones de dólares de los contribuyentes para su plan de rescate de los bancos. Europa inyectará otros 1,7 billones de euros para salvar a los bancos privados para garantizar los préstamos interbancarios. De esa cifra gigantesca, Francia se compromete a aportar 360.000 millones de euros, el equivalente a una sexta parte de su Producto interior bruto (PIB). El gobierno español ha destinado también un fondo público para los bancos de 30.000 millones de euros, más otros 100.000 millones de avales. Holanda inyecta 200.000 millones de euros y el Reino Unido 37.000 millones de libras. Mientras tanto, el presidente venezolano, como es un populista y no un demócrata responsable, concedió 236,7 millones de dólares para 1.547 proyectos socioproductivos comunitarios.

2.- Es curioso pero el agujero dejado por los ejecutivos bancarios provoca en los países ricos un desastre mayor y más caro que el dejado por dos huracanes en Cuba. O dicho de otro modo, probablemente media docena de estos brillantes especialistas de Wall Street si los hubieran dejado sueltos en la isla hubieran provocado una debacle mayor que los huracanes Ike y Gustav.

3.- Dicen que la crisis es básicamente de confianza, es decir, que los bancos no se fían entre ellos y no se prestan dinero pero que, en cambio, sí se fían del Estado. Esto confirma que es la economía pública la única que resulta creíble, tangible y real. O quizás es el bolsillo de millones de contribuyentes el que les genera confianza a los dueños de esos bancos.

4.- Y mientras conocemos esos datos de rescates bancarios con dineros públicos, en Munich se inauguraba, con gran éxito de asistencia, la Feria de Millonarios, donde encontramos un teléfono móvil que se vende por 178.000 euros, una almohada adornada con diamantes por 300.000 euros, cigarros envueltos en oro, el último Ferrari, el mayordomo perfecto, yates, casas de caviar y champán... Nos enteramos esos días que el dueño de la inmobiliaria española Fadesa se adjudicó a su cuenta personal 139 millones de euros de la empresa antes de declarar la suspensión de pagos, que los ejecutivos de la aseguradora AIG se fueron una semana de vacaciones gastándose un total de más de 440.000 dólares alojándose en un hotel de California que cuesta mil dólares por noche, tras recibir los 85.000 millones de dólares del rescate del gobierno estadounidense. La división aseguradora del desaparecido Fortis, cuyos restos han sido comprados a precio de saldo por BNP Paribas, se gastaron 150.000 euros en una cena en el prestigioso restaurante Louis XV del hotel monegasco de Paris Monte-Carlo, el más caro de todo el Principado. En realidad, como me dijo mi amigo Santiago Alba, no sé porque nos escandalizamos, esa gente siempre se dedicó a comer y a beber bien mientras la humanidad se muere de hambre, no hay ninguna novedad.

5.- Una cosa curiosa de esta debacle financiera es recordar los análisis económicos que hasta ahora se hacían desde la izquierda por un lado y los que nos presentaban los grupos económicos tradicionales. Así, encontramos que la moderadora de la mesa redonda de Telesur, Arleen Rodríguez, recordaba en uno de sus últimos programas que en los eventos de economistas sobre globalización en La Habana, ya en 1999, se hablaba de que se acercaba una crisis de este tipo. El economista de izquierdas español Juan Torres publicaba a primeros de 2006 el libro “Coge el dinero y corre”, donde advertía del modelo económico basado en la especulación y el año pasado concedimos en la Feria del Libro de La Habana, el primer premio Pensar a contracorriente al economista cubano Faustino Covarrubias, que adelantaba también este escenario de crisis.

Mientras tanto, desde el otro lado, el pasado 5 de abril, el diario El País titulaba “BBVA y el riesgo venezolano”. La noticia se hacía eco de que el banco español “BBVA acaba de advertir sobre la situación venezolana en el capítulo de riesgos del informe anual presentado ante la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos, la SEC, por sus siglas en inglés”. Han pasado seis meses y vemos qué advertencias estaban en lo cierto y cuáles decían estupideces.

6.- Hace unos meses se hablaba de crisis porque el petróleo estaba a 145 dólares, lo cual, indiscutiblemente afectaba negativamente a la economía mundial. Hoy está a 66 dólares, y nadie plantea que eso es una buena noticia para la economía productiva.

7.- A mí, que no entiendo de economía ni de leyes, me parece sencillo pensar que si los bancos no están en condiciones para prestar el servicio que tenían encomendado debido a la mala gestión de sus directivos, lo que se debe hacer no es darles dinero para que sigan haciendo lo mismo, sino crear la correspondiente banca pública que le sustituya. Y si algún banco o entidad financiera no está en condiciones de cumplir los compromisos legales asumidos con alguien, persona física o jurídica, lo lógico es iniciar el proceso penal contra el responsable oportuno, como se hace en cualquier otra situación en la que alguien no cumple su responsabilidad contractual.

En conclusión, que como yo no sé de economía, me limito a dar estas informaciones y hacer estas reflexiones, por si alguien logra sacar algunas conclusiones.

Pascual Serrano
Fuente: http://www.pascualserrano.net


lunes, 13 de octubre de 2008

El momento de la herejía


Antaño lo virtuoso era la fidelidad a los valores, a los credos, a la palabra dada. Permanecer a pesar de las tentaciones y los obstáculos. Hasta el final. No extraviarse por caminos fáciles, no caer en las "trampas de la vida", aquellas que enredaban a tantos, a quienes compadecíamos y condenábamos por igual.

Pero hoy somos animales heréticos, versados en el arte de traicionar y reinventarse, sabedores de que la fidelidad es la gran deslealtad, pues no hay verdad que al tiempo no esclavice ni divorcie del espíritu que la alumbró. Sólo una regla debe observarse, vigilar con atención el momento de la herejía pues ocurre - a veces - que la persona amada nos ve marchar hacia los brazos de quien hoy todavía es su enemigo.

Con ojos llorosos nos ven abrazar lo que juramos combatir, beber de la copa de la condenación, virar el rumbo hacia costas extrañas. Es entonces el día del divorcio y la pena, del nacimiento de un silencio y un juicio entre los dos, porque nadie soporta el brusco cambio de vida, no conocer al compañero amado, verle mudar de planeta. Justo allí a donde irá a parar si el miedo y la soledad no se lo impiden.

Escrito por Zol

sábado, 11 de octubre de 2008

Indignación

Demasiado veneno en mi interior.
Ira, resentimiento, desprecio, indignación, repulsa, desesperación.
Tomar partido casi siempre es enfrentarse,
existen coyunturas que lo divorcian a uno de comprensiones y alianzas.
Es preferible ser criticado por los manipuladores y mezquinos,
que permancer inmaculado...


Oración estéril

En sus manos, sin conocer la regla que le guía o sí acaso es el capricho ciego su consejero. Atrapado, como el niño descubierto en falta, sometido al chantaje que llenará su mundo de culpa y falsificación, comienzo de un nuevo juego en el que siempre ganan los mismos.
Hay derrotas que le vencen a uno, hay muros en el camino que, sólo con encontrarlos, suscitan cansancio y desaliento, abortando hasta el natural deseo de empezar una nueva senda. Hay vicios, debilidades, costumbres que creímos extinguidas hace años, iluso niño que aún no aprendió a ganar.
Escrito por Zol

Noticias indignantes en tiempos de zozobra


Lamentan el fin de Fortis con un almuerzo de 150.000 euros en el Louis XV de Mónaco


Ejecutivos de AIG se gastaron 440.000 dólares en un hotel tras el plan de rescate


Zapatero se gasta en asesores 28 millones de euros al año


Crece la indignación: fondos de pensiones denuncian a los grandes bancos por la crisis



viernes, 3 de octubre de 2008

Te amo

A Latequin


Te amo

Te amo de una manera inexplicable.
De una forma inconfesable.
De un modo contradictorio.

Te amo
Con mis estados de ánimo que son muchos,
y cambian de humor continuamente.
Por lo que ya sabes,
El tiempo.
La vida.
La muerte.

Te amo
con el mundo que no entiendo.
Con la gente que no comprende.
Con la ambivalencia de mi alma.
Con la incoherencia de mis actos.
Con la fatalidad del destino.
Con la conspiración del deseo.
Con la ambigüedad de los hechos.
Aún cuando te digo que no te amo, te amo.
Hasta cuando te engaño, no te engaño.
En el fondo, llevo a cabo un plan,
para amarte... mejor.
Pues, aunque no lo creas, mi piel
extraña enormemente
la ausencia de tu piel.

Te amo.
Sin reflexionar, inconscientemente,
irresponsablemente,
espontáneamente,
involuntariamente,
por instinto,
por impulso,
irracionalmente.
En efecto no tengo argumentos lógicos,
ni siquiera improvisados
para fundamentar este amor que siento por ti,
que surgió misteriosamente de la nada,
que no ha resuelto mágicamente nada,
y que milagrosamente, de a poco, con poco y nada
ha mejorado lo peor de mi.

Te amo.

Te amo con un cuerpo que no piensa,
con un corazón que no razona,
con una cabeza que no coordina.

Te amo
incomprensiblemente.
Sin preguntarme, por qué te amo.
Sin importarme por qué te amo.
Sin cuestionarme por qué te amo.

Te amo
sencillamente porque te amo.
Yo mismo no se por qué te amo.

Gian Franco Pagliaro


lunes, 29 de septiembre de 2008

Abrázame, dame tu calor...

A mis queridas brujas

El joven rey Arturo fue sorprendido y apresado por el monarca del reino vecino mientras cazaba furtivamente en sus bosques.

El rey pudo haberlo matado en el acto, pues tal era el castigo para quienes violaban las leyes de la propiedad, pero se conmovió ante la juventud y la simpatía de Arturo y le ofreció la libertad, siempre y cuando en el plazo de un año hallara la respuesta a una pregunta difícil.

La pregunta era:
¿Qué quiere realmente la mujer?

Semejante pregunta dejaría perplejo hasta al hombre más sabio y al joven Arturo le pareció imposible contestarla. Con todo, aquello era mejor que morir ahorcado, de modo que regresó a su reino y empezó a interrogar a la gente.
A la princesa, a la reina, a las prostitutas, a los monjes, a los sabios y al bufón de la corte… En suma, a todos, pero nadie le pudo dar una respuesta convincente. Eso sí, todos le aconsejaron que consultara a la vieja bruja, pues sólo ella sabría la respuesta.

El precio sería alto, ya que la vieja bruja era famosa en todo el reino por el precio exorbitante que cobraba por sus servicios.

Llegó el útimo día del año convenido y Arturo no tuvo más remedio que consultar a la hechicera. Ella accedió a darle una respuesta satisfactoria, a condición de que primero aceptara el precio.
Ella quería casarse con Gawain, el caballero más noble de la Mesa Redonda , y el más íntimo amigo de Arturo.

El joven Arturo la miró horrorizado: era jorobada y feísima; tenía un solo diente, despedía un hedor que daba náuseas, y hacía ruidos obscenos.
Nunca se había topado con una criatura tan repugnante.
Se acobardó ante la perspectiva de pedirle a su amigo de toda la vida que asumiera por él esa carga terrible. No obstante, al enterarse del pacto propuesto, Gawain afirmó que no era un sacrificio excesivo a cambio de la vida de su compañero y la preservación de la Mesa Redonda.
Se anunció la boda y la vieja bruja, con su sabiduría infernal, dijo:

Lo que realmente quiere la mujer es ser soberana de su propia Vida.

Todos supieron al instante que la hechicera había dicho una gran verdad, y que el joven rey Arturo estaría a salvo.
Y así fue, al oír la respuesta, el monarca vecino le devolvió la libertad.
Pero menuda boda fue aquella… Asistió la corte en pleno, y nadie se sintió más desgarrado entre el alivio y la angustia, que el propio Arturo.
Gawain se mostró cortés, gentil y respetuoso mientras que la vieja bruja hizo gala de sus peores modales: engulló la comida directamente del plato sin usar los cubiertos, emitió ruidos y olores espantosos, etcétera, etc étera. (¡Qué asco!)
Llegó la noche de bodas y cuando Gawain, ya preparado para ir al lecho nupcial, aguardaba a que su esposa se reuniera con él, apareció ella con el aspecto de la doncella más hermosa que un hombre desearía ver.
Gawain quedó estupefacto y le preguntó qué había sucedido.
La joven respondió que como había sido cortés con ella, la mitad del tiempo se presentaría con su aspecto horrible, y la otra mitad con su aspecto atractivo.
¿Cuál preferirías para el día, y cuál para la noche?

¡Qué pregunta cruel!
Gawain se apresuró a hacer cálculos… ¿Querría tener durante el día a una joven adorable para exhibirla ante sus amigos y por las noches en la privacidad de su alcoba, a una bruja espantosa?
¿O prefería tener de día a una bruja, y a una joven hermosa en los momentos íntimos de su vida conyugal?
¿Y tú qué hubieras preferido? ¿Qué hubieras elegido?
La elección que hizo Gawain está más adelante, pero antes de leerla toma tu propia decisión…
y prosigue…




El noble Gawain replicó que

LA DEJARÍA ELEGIR POR SÍ MISMA.

(¡Genial!)

Al oír esto, ella le anunció que sería una hermosa dama, de día y de noche, porque él la había respetado y le había permitido ser dueña de su vida.
¿Cuál es la Moraleja ? La moraleja está más abajo, pero antes de leerla piensa en ella…

LA MORALEJA ES QUE NO IMPORTA SI LA MUJER ES BONITA O FEA, ¡EN EL FONDO SIEMPRE ES UNA BRUJA INTELIGENTE!










martes, 9 de septiembre de 2008

Lecciones de vida (2)


A Nuria
(...la violencia no tiene porqué ser física.)

"Quién me insulta siempre no me ofende jamás"
Victor Hugo


De niño, Arún Gandhi no creía en la paz, sino en la venganza. El quinto de los 14 nietos de Mahatma Gandhi, líder espiritual y político de La India conocido por su filosofía y práctica de la no-violencia, estaba obsesionado con devolverles la paliza a la panda de sudafricanos que, cuando tenía 10 años, le golpearon y humillaron debido al color aceitunado de su piel. Demasiado oscura para los racistas blancos. Pero demasiado clara para que los negros le consideraran uno de los suyos. Arún nació en la ciudad de Durban, Sudáfrica, en abril de i934. Allí nacieron también sus dos hermanas, Sita y Ela, y allí conoció en sus carnes lo que es el odio, la injusticia y la violencia, para después dedicarse a llevar a todas partes un mensaje de paz. Ahora, con 70 años, pocas arrugas para su edad, gafas y una cuidada barba plateada, el incidente que le marcó de chaval sigue siendo un “recuerdo intenso”, confiesa.

Con la esperanza de que pasar un tiempo con su abuelo ayudaría a Arún, de 12 años, a controlar su furia y a afrontar los prejuicios de los otros por medios no-violentos, sus padres (Manilal, el segundo de los cuatro hijos –todos varones– de Mahatma Gandhi, y su esposa Sushila) lo llevaron a La India en 1946, para que viviera con su abuelo. Fue el último año y medio de vida de Mohandas Karamchand Gandhi (su verdadero nombre). Dieciocho meses que cambiaron la vida de Arún, quien, ya adulto, siguió los pasos de su abuelo, asesinado el 30 de enero de 1948 por un nacionalista hindú que se oponía a la tolerancia con la minoría musulmana.

Arún vivió hasta 1956 en Sudáfrica, donde pasó 14 años en prisiones por oponerse al régimen del apartheid. Después vivió en La India durante unos 30 años, hasta que en 1987 se instaló en Estados Unidos. Su etapa en La India fue muy productiva. Fundó, junto a su esposa Sunanda, el Centro para la Unidad Social, para ayudar a la gente pobre del país y aliviar la discriminación de las castas. Escribió libros y se dedicó al periodismo en el Times indio. De las ocho obras que ha escrito, su preferida es "Un legado de amor: mi educación en la vía de la no-violencia", en la que cuenta lo que aprendió de su familia sobre la verdad, la ira, la humildad, la disciplina, la moralidad y la espiritualidad. De los libros de su abuelo, considera esencial su autobiografía.

Vivimos una época en la que matar es como talar árboles. ¿Qué diría y qué haría Gandhi para alcanzar la paz en el mundo? “Su mensaje en todo tipo de conflictos siempre ha sido que hay que encontrar soluciones pacíficas. Lamentablemente, durante muchas generaciones hemos elegido afrontar los conflictos de manera violenta, suprimirlos en lugar de resolverlos y hacerlo por medios violentos”, dice este hombre alto, sereno y corpulento, con ojos de ébano húmedo. Y agrega qué le diría Mahatma Gandhi a Estados Unidos: “Hay que hacer una introspección y descubrir por qué tanta gente en el mundo nos odia y nos quiere hacer daño, para después corregir nuestras relaciones de modo que la gente no nos odie”.

El nieto acaba de visitar Palestina e Israel, donde se produce este encuentro. Dice sentir “un gran dolor debido al enorme odio y violencia que hay aquí”, ya que “esperaba que en Tierra Santa hubiera más paz y amor”. Los viajes forman una parte importante de su vida “para plantar las semillas de la no-violencia en las mentes”, explica. Además de viajar, Arún, que tiene cinco doctorados honoris causa (“no los merezco”, señala), se dedica a dar conferencias en universidades y otras instituciones de todo el mundo, a ver gente y a ir a la oficina, donde responde cientos de e-mails y habla por teléfono sin cesar.

“Tanto mi abuelo como mis padres tienen un gran significado para mí. Aprendí mucho de ellos, nos amaban, entendían y dieron una base. Actualmente no concedemos a nuestros hijos suficiente tiempo ni comprensión”, cuenta. Recuerda que su abuelo también le dio amor; era muy cariñoso pese a ser una persona muy ocupada; todos los días le dedicaba al menos una hora sólo a él. El amor, esa palabra... ¿Qué es para Arún Gandhi? “Respetar y entender a todo tipo de gente”, dice con sonrisa tierna y un deje de timidez. También comenta que el amor de los mayores en La India es distinto al de Occidente. Es más considerado; significa dar atención, hablar..., son pequeñas cosas que marcan una gran diferencia. Y señala que en Occidente, en lugar de atención, tiempo y amor, los padres tratan de comprar el cariño de sus hijos con objetos materiales.

Mahatma Gandhi (el nombre significa “el gran alma”), le enseñó a su nieto que existe una violencia física y una violencia pasiva. “De él aprendí que la violencia que existe en el corazón de los hombres tiene muchas caras y en ocasiones es inconsciente”. La violencia física es lamentablemente obvia, y en la actualidad la hay en sobredosis en nuestro planeta. Según Arún Gandhi, “también la violencia pasiva ha pasado a formar parte de la naturaleza humana, y se manifiesta de muchas maneras: en cómo educamos a nuestros hijos, lo que hacemos o no hacemos por ellos, el odio, los prejuicios, la intolerancia, la ira, los abusos, la opresión. Es, de alguna manera, actuar como si el otro no existiera. O no tuviera dignidad”.



domingo, 7 de septiembre de 2008

Lecciones de vida



El Dr. Arun Gandhi, nieto de Mahatma Gandhi y el fundador del instituto M.K. Gandhi para la Vida Sin Violencia en su lectura del 9 de Junio en la Universidad de Puerto Rico, compartió la siguiente historia como un ejemplo de la vida sin violencia en el arte de sus padres:

“Yo tenia 16 años y estaba viviendo con mis padres en el instituto que mi abuelo había fundado a 18 millas en las afueras de la ciudad de Durban, en Sudáfrica, en medio de plantaciones de azúcar.

Estábamos bien adentro del país y no teníamos vecinos, así que a mis dos hermanas y a mi siempre nos entusiasmaba el poder ir a la ciudad a visitar amigos o ir al cine.

Un día mi padre me pido que le llevara a la ciudad para atender una conferencia que duraba el día entero y yo salté a la oportunidad.

Como iba a la ciudad mi madre me dio una lista de cosas del supermercado que necesitaba y como iba a pasar todo el día en la ciudad, mi padre me pidió que me hiciera cargo de algunas cosas pendientes como llevar el auto al taller.

Cuando despedí a mi padre el me dijo: Nos vemos aquí a las 5 p.m. y volvemos a la casa juntos.

Después de muy rápidamente completar todos los encargos, me fui hasta el cine más cercano. Me enfoqué tanto con la película, una película doble de John Wayne que me olvidé del tiempo. Eran las 5:30 p. m. cuando me acordé.

Corrí al taller, conseguí el auto y me apuré hasta donde mi padre me estaba esperando. Eran casi las 6 p. m.

El me preguntó con ansiedad: Por que llegas tarde? Me sentía mal por eso y no le podía decir que estaba viendo una película de John Wayne entonces le dije que el auto no estaba listo y tuve que esperar…esto lo dije sin saber que mi padre ya había llamado al taller.

Cuando se dio cuenta que había mentido, me dijo: "Algo no anda bien en la manera que te he criado que no te ha dado la confianza de decirme la verdad. Voy a reflexionar que es lo que hice mal contigo. Voy a caminar las 18 millas a la casa y pensar sobre esto".

Así que vestido con su traje y sus zapatos elegantes, empezó a caminar hasta la casa por caminos que ni estaban cementados ni iluminados. No lo podía dejar solo…así que yo manejé 5 horas y media detrás de el…viendo a mi padre sufrir la agonía de una mentira estúpida que yo había dicho.

Decidí desde ahí que nunca más iba a mentir.

Muchas veces me acuerdo de este episodio y pienso… Si me hubiese castigado de la manera que nosotros castigamos a nuestros hijos…hubiese aprendido la lección?… No lo creo…

Hubiese sufrido el castigo y hubiese seguido haciendo lo mismo…

Pero esta acción de no violencia fue tan fuerte que la tengo impresa en la memoria como si fuera ayer…

Esto es el poder de la vida sin violencia.




lunes, 1 de septiembre de 2008

El tazón de madera del Abuelo

"La gente olvidará lo que dijiste y lo que hiciste,
pero nunca como la hiciste sentir.”

El viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años.
Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.
La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacían el alimentarse un asunto difícil.
Los guisantes caían de su cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel.

El hijo y su esposa se cansaron de la situación.
“Tenemos que hacer algo con el abuelo”, dijo el hijo. “Ya he tenido suficiente, derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo”.
Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida la servían en un tazón de madera. De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado sólo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.

El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo. Le preguntó dulcemente: “¿Qué estás haciendo hijito?”. Con la misma dulzura el niño le contestó: “Ahh, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos”. Sonrió y siguió con su tarea.

Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla. Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.

Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse más cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben. Si ven que con paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas.

Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques con los que construyen el futuro de sus hijos. Seamos entonces constructores sabios y modelos a seguir.

He aprendido que independientemente de la relación que tengas con tus padres, siempre los vas a extrañar cuando ya no estén contigo.

He aprendido que aún cuando me duela, no debo estar solo.

He aprendido que aún tengo mucho que aprender.

Nota de Joshua Naraim: Esta es la primera historia que me conmovió en la vida. Era muy pequeño, tanto que, aunque no recuerdo mi edad, aún no leía con soltura. De aquel libro de primeras lecturas no queda nada en la memoría, salvo está historia y un pequeño poema: "Más allá".


viernes, 29 de agosto de 2008

Las tres preguntas

La vida no tiene límites, lo importante es que creas que puedes hacerlo
y que te concedas todas las oportunidades de lograr tu objetivo.
Cherie Carter-Scott



Érase una vez un emperador que fue a ver a un anciano sabio que vivía en la montaña para hacerle las tres preguntas que lo desvelaban.

¿Cúal es el mejor momento para hacer las cosas?
¿Quiénes son las personas más importantes?
¿Qué es lo más importante?

El ermitaño, se encontraba cavando en su jardín, le escuchó atentamente, pero no dijo nada y continúo con su tarea. El emperador lo miró y como parecía muy fatigado, le dijo: "Dame la azada y yo cavaré mientras tu reposas". Después de varias horas, dejo la azada en el suelo y dijo: «Si no puedes contestar a mis preguntas, no pasa nada. Simplemente dímelo y me marcharé».

En ese momento salió un hombre de la espesura dando tumbos y apretándose el estómago con las manos, se desmayó. El emperador limpió sus heridas y se las vendó con su propia camisa.

Al recuperar la conciencia lo primero que murmuró el hombre fué: "Perdón".

"¿Perdonarte?" y "¿Qué has hecho para necesitar mi perdón?"

"Vos no me conocéis majestad, pero hasta ahora os consideraba mi peor
enemigo ya que durante la última guerra os apropiásteis de mis tierras".

El emperador se alegró de conocer la historia y le devolvió sus tierras.

Después de que el hombre se marchase, el emperador miro al ermitaño y dijo:"Ahora debo irme, necesito encontrar la respuesta a mis preguntas"

El ermitaño se echo a reír y respondió:"Tu sabes las respuestas, porque en todo momento has actuado de acuerdo con ellas, majestad".

"El mejor momento para hacer las cosas es ahora".
"La persona mas importante es siempre la persona con la que estas".
“Y lo más importante es hacerla feliz preocupándote por lo que necesita".

"Tal como has hecho tú desde que llegaste a esta casa".

Anónimo


Lo importante es estar preparado
para que, llegado el momento,
podamos apostar lo que somos
por lo que podemos llegar a ser.
Charles Du Bois


Regálate unos minutos para pensar y contestarte estás preguntas:

¿Cúal es el mejor momento para hacer las cosas?
¿Quiénes son las personas más importantes?
¿Qué es lo mas importante para mí?
¿Reconozco todo lo que he logrado en estos últimos meses?
¿Me muestro agradecido por todo lo que tengo?
¿Reconozco mis errores y me arrepiento?
¿He tomado el aprendizaje que ellos me han dejado?
¿Pude perdonar y perdonarme por todo lo que no salio como a mi me hubiera gustado?
¿Pude pedir perdón a quien lastime?
¿Pude pedir ayuda cuando sentí que la necesitaba?
¿Pude decir lo que pienso?
¿Estoy en contacto con mis sueños y alineado con mi acción para concretarlos?
¿Pude estar conectado con mis emociones, entregarme y amar con todo mi corazón?


"Si vienes a las cuatro, comenzare a ser feliz desde las tres" (El Principito)

Abrazos, paz, ternura.

Joshua Naraim





miércoles, 27 de agosto de 2008

No hay olvido donde hay huella

Después de unos días de silencio,
aún sin palabras que me hagan abandonar este retiro
me asomo a esta mágica ventana,
para corresponder a vuestra visita.
Os percibo en la sombra,
mis soles anónimos,
mis soles conocidos.
Con intención reedito
un ya antiguo texto,
producto de la fusión y del encanto,
de la intriga y el respecto,
a mitad de camino
entre soledad y compañía.
Mi abrazo más agradecido.

No hay olvido donde hay huella
aunque el silencio sea largo y profundo…

Sigo esperando que vuelvan
las sirenas que secuestran al sol
mientras llora desconsoladamente el mar.
Y escuchar de tu voz un secreto
que empieza y nunca acaba,
que va y viene,
y se va…

Y que vengas…
porque necesitas contarme tantas cosas:
los veranos de tranquilón y alfalfa,
los otoños de vides,
los inviernos de abrigo,
y las madrugadas oscuras,
oscuras como para pescar estrellas;
y el cansancio…
ese cansancio de no saber
y saberte tan lejos…
…y, a la vez,
tan cerca.

Sigilosa te asomas, como siempre, a mi ventana
y percibo
tu sombra y tu sonrisa,
tu perfume y tu silencio,
tu luz callada y tu voz rota
tu impaciente paciencia,
tu discreción y tu respeto.

Hoy quiero romper este silencio
profundo y largo
porque no hay olvido
donde hay huella.

Joshua Naraim





domingo, 27 de julio de 2008

Una reformulación moderna de la ética budista


1. No idolatrar ninguna doctrina, teoría o ideología, sea cual sea, incluido el budismo. Los sistemas de pensamiento budistas deben ser considerados como guías para la práctica y no como la verdad absoluta.

2. No pensar que uno posee un saber inmutable o la verdad absoluta. Hay que evitar la estrechez de mente y el apego a los propios puntos de vista. Aprender y practicar la vía del no-apego con el fin de permanecer abiertos a los puntos de vista de los demás. La verdad sólo puede hallarse en la vida y no en los conceptos. Hay que estar dispuesto a continuar aprendiendo durante toda la vida y a observar la vida en uno mismo en el mundo.

3. No forzar a los demás, incluidos los niños, a adoptar nuestros puntos de vista a través de ningún medio sea cual sea: autoridad, amenaza, dinero, propaganda o educación. Respetar las diferencias entre los seres humanos y la libertad de opinión de cada uno. Saber, sin embargo, utilizar el diálogo para ayudar a los demás a renunciar al fanatismo y a la estrechez de espíritu.

4. No evitar el contacto con el sufrimiento ni cerrar los ojos ante él. No perder la plena conciencia de la existencia del sufrimiento en el mundo. Encontrar medios de acercamiento a los que sufren, ya sea a través de contactos personales, visitas, imágenes, sonidos... Despertarse y despertar a los demás a la realidad del sufrimiento en el mundo.

5. No acumular dinero ni bienes cuando millones de seres sufren hambre. No convertir la gloria, el provecho, la riqueza o los placeres sensuales en la meta de la vida. Vivir simplemente y compartir el tiempo, la energía y los recursos personales con aquellos que están en la necesidad.

6. No conservar la cólera o el odio en uno mismo. Aprender a examinar y a transformar la cólera y el odio cuando aún no son más que semillas en las profundidades de la conciencia. Cuando la cólera y el odio se manifiesten, debemos enfocar la atención sobre la respiración y observar de manera penetrante con el fin de ver y comprender la naturaleza de esta cólera u odio, así como la naturaleza de las personas que se supone son la causa. Aprender a mirar los seres con los ojos de la compasión.

7. No perderse dejándose llevar por la dispersión o por el entorno. Practicar la respiración consciente y enfocar la atención sobre lo que está sucediendo en este instante presente. Entrar en contacto con aquello que es maravilloso, lleno de vigor y de frescor. Sembrar en uno mismo semillas de paz, de alegría y de comprensión con el fin de ayudar al proceso de transformación en las profundidades de la conciencia.

8. No pronunciar palabras que puedan sembrar la discordia y provocar la ruptura de la comunidad. A través de palabras serenas y de actos apaciguadores, hacer todo el esfuerzo posible para reconciliar y resolver todos los conflictos, por pequeños que sean.

9. No decir cosas falsas para preservar el propio interés o para impresionar a otros. No pronunciar palabras que siembren la división y el odio. No difundir noticias sin la seguridad de que son ciertas. No criticar ni condenar aquello sobre lo que no se está seguro. Hablar siempre con honestidad y de manera constructiva. Tener el coraje de decir la verdad sobre las situaciones injustas incluso si nuestra propia seguridad queda amenazada.

10. No utilizar la comunidad religiosa para el interés personal ni transformarla en partido político. La comunidad en la que se vive debe sin embargo tomar una posición clara contra la opresión y la injusticia y esforzarse en cambiar la situación sin comprometerse en conflictos partidistas.

11. No ejercer profesiones que puedan causar daño a los seres humanos o a la naturaleza. No invertir en las compañías que explotan a los seres humanos. Elegir una ocupación que ayude a realizar el propio ideal de vida con compasión.

12. No matar. No dejar que los demás maten. Encontrar todos los medios posibles para proteger la vida y prevenir la guerra. Trabajar por el establecimiento de la paz.

13. No querer poseer nada que pertenezca a los demás. Respetar los bienes de los demás pero impedir cualquier tentativa de enriquecimiento a costa del sufrimiento de los demás seres vivos.

14. No maltratar el cuerpo. Aprender a respetarlo. No considerarlo únicamente como un instrumento. Preservar las energías vitales (sexual, respiración y sistema nervioso) a través de la práctica de la Vía. La expresión sexual no se justifica sin amor profundo y sin compromiso. Concerniente a las relaciones sexuales, tomar conciencia del sufrimiento que puede ser causado a otras personas en el futuro. Para preservar la felicidad de los demás hay que respetar sus derechos y compromisos. Ser plenamente consciente de la propia responsabilidad a la hora de traer al mundo nuevos seres. Meditar sobre el mundo al que traemos estos seres.

Thich Nhat Hanh (maestro zen)

jueves, 3 de julio de 2008

Aunque tú no lo sepas

Dedicatoria
Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte.


Aunque tú no lo sepas

Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminando
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.

También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.

Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas.

De “Habitaciones separadas”. Luis García Montero.



martes, 1 de julio de 2008

Mariposas en la piel

"El valor de ser sensible"
Tener el valor de ser sensible es no tener miedo a vivir,
a sentir o a que los demás puedan escudriñar en tus cavilaciones,
en lo que puedan descubrir a través de los intersticios
que se abren en tu corazón cuando te expresas.
Dani



En estos pocos años he amado por largas horas infinidad de objetos, de actitudes, de imágenes, de abstracciones, recuerdos y falacias. He amado sin duda el sol tibio de las mañanas de verano, un libro que apenas descifré su primer párrafo, unos pocos versos bien logrados, como se ajusta la ropa al cuerpo, el sensual roce de las sabanas en los pies desnudos, el ruido del segundero que corre sobre el reloj cuando estoy de lo más nerviosa, las mariposas en todo el cuerpo.

Mariposas en el cuerpo, soy una mujer. Mariposas en el cuerpo, ellas han trazado infinitamente en mi piel, la cartografía de lugares recónditos de mi espiritualidad, de mi sexualidad, mi vientre. Soy una mujer.

No es por casualidad esta enumeración, nada es casualidad, si pensamos en las causas y las consecuencias..., mis grandes amigos son hombres, y como escritora suelo pensar como hombre, de esta forma es que amo a las mujeres. Amo a las mujeres, he nacido de una, y descubro a mi habitante femenina dentro de mí, batallar contra todas las imágenes de los seres ajenos. Amo a las mujeres por ser simplemente eso, mariposas en la piel, ojos siniestros y amorosos, andar delicado, seres sensuales, adicción, silencio, distancia, luz y como de forma sorpresiva tinieblas que te envuelven y te arrastran (volvemos a decir "adicción"). Amo cada parte de su cuerpo y del mío, el cuello, la comisura de los labios, los cabellos cortos o bien largos, las piernas deformes o perfectas, el abdomen en todas sus formas, y el vientre. El vientre que es creación, que es más mujer que el resto de todas las otras partes; el vientre que es vida, el vientre con su piel suave, con sus augurios de magias insignificantes pero decisivas... Ese vientre que es concupiscible, que es pétalos de rosas castigadas, ese vientre que es piedra hecha polvo, ese vientre que es gotas de rocío que santifican y constituyen en el ser toda la creación de la naturaleza. El pecho, el pecho que es también significancia de vida, de abundancia, de claveles naciendo, del grito del niño que sale al mundo con los ojos cerrados, de la bestia que muere redimida por el amor, quien sucumbe ante un beso, quien se escapa del amor.

Soy un inocente error que en su piel estigmas y jeroglíficos indescifrables que me hacen ser quien soy, una mujer que aún no nace, una niña que espera nacer a mujer, unas mariposas en jubilo que aletean en mi...

Soy una mujer, y tengo la posibilidad del encanto, del hechizo sobre el vientre y sobre el pecho...

Soy otro milagro más.

YaNnet





lunes, 23 de junio de 2008

Canción de aniversario


"...incómodos
de no sentir el peso de los años".
J. Gil de Biedma

Son
extrañamente hermosos todavía,
estos labios de hace ahora tres años
y me parece inédito
el gesto de tu beso,
este llegar aquí cada vez más tranquilo,
con la serenidad
del que tiene por cómplice la vida
y su rutina.

Hoy sabemos que entonces,
cuando tus veinte años y mi primer abrazo,
empezamos por ser
sobre todo indecisos: la tímida torpeza
de la primera noche
y la dificultad
con que dejar las manos
en el hábito infiel de nuestros vicios.

Ahora
extrañamente hermoso estar aquí,
demasiado a menudo y decididos,
incómodo
de no sentir el peso de los años
aprendiendo contigo la premeditación
y escribiendo en tu piel mi alevosía.

Porque suele haber bancos donde se espera siempre,
aceras que prefieres por costumbre
o líneas de autobús al mediodía.

Y sin embargo tú
reapareces inédita en tu gesto
para decirme hoy
que le conteste al tiempo y sus preguntas
el práctico saber que tienes de mi cuerpo.

Luis García Montero





jueves, 19 de junio de 2008

Donde habita el olvido

Yo sé que los espejos son el agua
estancada de un río que se mueve.
Luis García Montero.
Cuando pasen los años
-imagina ese tiempo donde habita el olvido-,
dime qué ha de quedar
de ese minuto en que te abrazo,
del verano flamante que encendemos
tal si de un fuego último
se tratara.

En las noches
de entonces, en belleza iguales y distintas
a ésta que procura su delirio,
la luna que ahora vemos
será otra porque otros serán quienes la miren.
Nadie sabrá de este milagro
que el cielo nos ofrenda
y hoy se inflama en nosotros,
del instante preciso que cumple mi deseo
en la sed de tus labios.
La lluvia habrá borrado de este mundo
el epitafio inútil
que aún no hemos decidido,
y el viento de tu voz, que hoy me lleva en su música,
será el eco inaudible de esta breve fortuna.

Este momento acaso ya se pierde
en el mar vislumbrado de la nada,
ese mar que en su abismo
sepulta la alegría de los otros
que hace tanto soñaran como yo a ti te sueño.

También ellos supieron
que esta luna que hoy vive, asombrada, en lo alto,
no es aquella que ardiera
en el cielo espejado de sus ojos,
aunque sí sea el mismo
este brillo aparente de la falsa moneda
que en mis versos trasluce
la ficción de su plata.

Ginés Aniorte



sábado, 7 de junio de 2008

Secreta mujer

secreta mujer

No puedo dormir.
No puedo dormir.
Atravesada entre los párpados
tengo una mujer,
secreta mujer
tan sol y tan luna
que abre mis ojos y me obliga a ver
mi desventura y mi fortuna.
Y no me deja dormir
esa mujer,
esa secreta mujer.

Arránqueme, señora, las ropas.
Desnúdeme.
Arránqueme, señora, las dudas.
Desdúdeme.
Arránqueme, señora, las ropas y las dudas.
Desnúdeme. Desdúdeme.

Secreta mujer.
Secreta mujer.
Atravesada entre mis párpados
le quiero decir,
le quiero pedir
que me deje, que se vaya.
Pero no puedo hablar a mi pesar.
Atravesada en la garganta,
me atormenta una mujer
esa mujer,
esa secreta mujer.

Arránqueme, señora, las ropas.
Desnúdeme.
Arránqueme, señora, las dudas.
Desdúdeme.
Arránqueme, señora, las ropas y las dudas.
Desnúdeme. Desdúdeme.

Eduardo Galeano



Fe de vida

fe de vida Natura deficit, fortuna mutatur, deus omnia cernit.
(La naturaleza nos traiciona, la fortuna cambia,
un dios mira las cosas desde lo alto)
Marguerite Yourcenar. De "Memorias de Adriano"

Esperar junto a este mar (en el que nacieron las ideas)
sin ninguna idea. (Y así tenerlas todas).
Ser sólo la brisa en la copa del pino grande,
el aroma del azahar, la noche de orquídeas
en las calas olvidadas.
Sólo permanecer viendo el ave que pasa
y no regresa; quedar
esperando a que el cielo amarillo
arda y se limpie de relámpagos
que llegarán saltando de una isla a otra isla.
O contemplar la nube blanca
que, no siendo nada, parece ser feliz.
Quedar flotando y transcurriendo de aquí para allá,
sobre las olas que pasan,
como un remo perdido.
O seguir, como los delfines,
la dirección de un tiempo sentenciado.
Ser como la hora de las barcas en las noches de enero,
que se adormecen entre narcisos y faros.
Dejadme, no con la luz del conocimiento
(que nació y se alzó de este mar),
sino simplemente con la luz de este mar.
O con sus muchas luces:
las de oro encendido y las de frío verdor.
o con la luz de todos los azules.
Pero, sobre todo, dejadme con la luz blanca,
que es la que abrasa y derrota a los hombres heridos,
a los días tensos, a las ideas como cuchillos.
Ser como olivo o estanque.
Que alguien me tenga en su mano como a un puñado de sal.
O de luz.
Cerrar los ojos en el silencio del aroma
para que el corazón -al fin- pueda ver.
Cerrar los ojos para que el amor crezca en mí.
Dejadme compartiendo el silencio
y la soledad de los porches,
la hospitalidad de las puertas abiertas; dejadme
con el plenilunio de los ruiseñores de junio,
que guardan el temblor del agua en las últimas fuentes.
Dejadme con la libertad que se pierde
en los labios de una mujer.

Antonio Colinas. De “El libro de la mansedumbre



miércoles, 4 de junio de 2008

La luna no se inmuta

la luna no se inmuta
Por diversas razones en mi pensamiento
dedico estas letras:
a Indah, aVesta, a Mar, a Camila,
a Marian, a UMA, y a Luz.
Un fascinante arco iris de mujeres,
plenas de color, calor y encanto
Joshua Naraim

En mi mundo, yo soy todo lo que es.
No hay nada que olvidar,
nada que perdonar,
nada que recordar,
ningún rencor que mantener,
ningún conflito que disputar,
nadie a quien ofender;
incluso en el conflito
no hay conflito.
Deepak Chopra

Ella sentía; él pensaba. Ella daba mucha importancia al corazón; él valoraba por encima de todo el intelecto. El suyo había sido un matrimonio de conveniencia, como tantos otros en las lejanas tierras del Oriente. Se querían, pero no se entendían. Eran jóvenes, más entre ellos se interponía un gran abismo. Él atendía los negocios de la familia, de espaldas a los demás; ella atendía a todos, de espaldas a los negocios de la familia.

-Si fuera por ti –le reprochó él un día-, estaríamos en la miseria y no tendríamos qué comer. No sólo eres dadivosa con nuestros familiares y amigos, sino incluso con los desconocidos y hasta aquellos que nos detestan.

La joven repuso con unas palabras de Buda:
-Marido mío, “dieciséis veces más importante que la luz de la luna es la luz del sol; dieciséis veces más importante que la luz del sol es la luz de la mente; dieciséis veces más importante que la luz de la mente es la luz del corazón”.

Más era un hombre de mente calculadora y replicó airado:
-¡No digas tonterías! Nada es más importante que la luz de la mente.
-Pero el mayor poder es el del corazón, es decir, el del amor.
-El mayor poder –protestó secamente el hombre- es el del cerebro, es decir, el de la mente.

El hombre se volvió cada vez más frío, calculador e insensible; la mujer más tierna, entrañable y cariñosa. Él cada vez era más irascible y ella, cada vez más sosegada.
Los años pasaron. El hombre acumuló una gran fortuna, pero su carácter era cada vez más violento. La mujer había aprendido a amarle, como a una criatura casi enferma. Él comenzó a sumar enemigos, pero ella cada vez contaba con más personas que la querían. A nadie ayudaba el hombre, ya ni siquiera a los suyos, en tanto su esposa era como una brisa de benevolencia y cariño para todos, sin exclusiones. El hombre comenzó a debilitarse y a envejecer prematuramente, en tanto que la mujer cada vez estaba más fortalecida, joven y hermosa.

-¿Cuál es tu maldito secreto? –le preguntó el hombre lleno de resentimiento y envidia.
-No hay más secreto que el del amor –respondió la mujer apaciblemente.

Pero el marido estaba convencido de que el secreto no era ése.
Como ella siempre respondía lo mismo, un día el hombre se encolerizó y la golpeo sin clemencia. Aunque ensangrentada y cubierta de hematomas, la mujer no se turbó y, lo más sorprendente, después de recibir la paliza, miró afectuosamente a su marido. Él se sintió avergonzado y prorrumpió en un llanto incontenible.

-¿Cómo es posible que no te inmutes?
-Acompáñame –dijo la mujer por toda respuesta a su esposo, todavía sollozante y sin dejar de pedir perdón.
Salieron al campo. Dejaron atrás el pueblo, sumido en el silencio de la noche, una noche espléndida y luminosa.
-Mira la luna –dijo la mujer, y después añadió-: Escucha el aullido de los chacales. Aúllan, pero la luna no se inmuta, no pierde su equilibrio. Tampoco deja de iluminar la noche espontáneamente. No podría hacer otra cosa aunque quisiera.

El marido, hundido en la desesperación, cayó a los pies de su esposa y los besó.

Sólo vivió dos años más, pero había comprendido que un mundo sin amor era un infierno y durante el tiempo que le quedó de vida se reconcilió con aquellos con los que había peleado, pidió perdón a los que había ofendido, resarció con creces a los que había explotado y encontró la calma interior. Antes de morir le confesó a su esposa:

-Tú hiciste crecer mi semilla del amor. Así mi vida ha tenido algún sentido. Aunque los chacales aúllen, la luna no se inmuta en el firmamento.

Ramiro Calle. De “El libro del amor”



sábado, 31 de mayo de 2008

Filosofía en los días críticos

nostalgiaDeseé alguna vez que un poeta me amase
Ahora duelen sus poemas en mi cuerpo‚
algo de mí que en él se reconoce hasta quebrar la imagen
de todo lo que fui.
Ahora deseo que me amase tanto que dejara de amarme
y sus palabras fuesen nieve
que el sol de junio fundiese entre mis pechos‚
allí donde su aliento insiste en acallar
esta tristeza antigua que siempre me acompaña.

Chantal Maillard De "Semillas para un cuerpo" 1988


Después de todas las preguntas ya no hay pregunta, por eso el silencio es la única respuesta.

No ser nadie es un arte que se aprende despacio.

Toda herida es una dependencia.

La existencia es un surtidor de engaños y me paso la vida deshaciéndolos.

La única verdad posible es la ilusión. El signo más auténtico, la señal de que alguien existe: la ilusión. Nada más cierto, más auténtico y real que el resultado de mi capacidad de ficción.

El ahora y la nada se parecen: sin proyecto, sin mañana, sin más allá, sin fin, sin comienzo, sin pasado, ahora, ahora, ahora.

Me hallo a mí misma, que es tanto como decir que hallo la nada de mí. Y mi nada es lo que se llena con las cosas que percibo; mi nada se convierte en algo con las cosas, con lo que no soy, y entonces digo que soy algo, siendo todo lo que no soy.

El otro soy yo cuando el deseo ya no es necesario.

Morir es danzar, danzar es morir.

Chantal Maillard. Filosofía en los días críticos.




miércoles, 28 de mayo de 2008

XVII

La espiritualidad no consiste en saber lo que quieres,
sino en comprender lo que no necesitas.
Anthony de Mello

R era demasiado joven para tener el corazón hecho trizas, las venas marcadas, heridas con historias antiguas, paisajes arrasados por incendios, flores secas entre las hojas de un libro, caras de color sepia en sus recuerdos, cemento bajo la planta de los pies, y el entusiasmo guardado en un cajón con llave. R era demasiado joven para todo eso.

J, en cambio, era como un colador, porque se sentía lleno de agujeros.

Juan Carlos Vellido. De "Escrozos"



lunes, 26 de mayo de 2008

Con la propia oscuridad...


Es más seguro andar
con la propia oscuridad
que con la luz de otro


Sucedió que un ciego fue a visitar a un amigo y, como se había hecho tarde, éste le ofreció un farol para que regresara a su casa.

Esto hizo reír al ciego: "para mí es lo mismo el día que la noche", le dijo "¿qué voy a hacer yo con un farol?". Su amigo le replicó: "Es verdad que no necesitarás ver el camino hacia tu casa. Pero el farol puede servirte para disuadir a quien quisiera atracarte en la oscuridad".

De modo que el ciego tomó el farol y salió. Al poco rato, alguien tropezó con él, haciéndole perder el equilibrio. "Eh! ¿por qué no va con más cuidado, amigo?", gritó el ciego "¿es que no ha visto el farol?".

"Hermano", dijo el otro, "su farol está apagado".


"La oración de la rana"
(Anthony de Mello)



martes, 13 de mayo de 2008

Diagonal confusa

soñador
He sido siempre un soñador irónico, infiel a las promesas interiores. He gozado siempre, como otro y extranjero, de las derrotas de mis devaneos, asistente casual a lo que pensé ser. Nunca he dado fe a aquello en que he creído. He llenado mis manos de arena, le he llamado oro, y he abierto las manos de toda ella, escurridiza. La frase había sido la única verdad. Una vez dicha la frase, todo estaba hecho; los demás era la arena que siempre había sido.

Si no fuese por el soñar siempre, por el vivir en una perpetua enajenación, podría, de buen grado, llamarme un realista, es decir, un individuo para quien el mundo exterior es /una nación/ independiente. Pero prefiero no darme nombre, serlo que soy con /cierta/ oscuridad y tener para conmigo mismo la malicia de no saberme prever.

Tengo una especie de deber de soñar siempre, pues, no siendo más, ni queriendo ser más, que un espectador de mí mismo, tengo que tener el mejor espectáculo que puedo. Así me construyo con oro y sedas, en salas supuestas, tablado falso, escenario antiguo sueño creado entre juego de luces suaves y músicas invisibles.

Guardo, íntimo, como la memoria de un beso agradable, el recuerdo infantil de un teatro en el que el escenario azulado y lunar figuraba la terraza de un palacio imposible. Había también, un parque vasto alrededor, y gasté el alma en vivir como real todo aquello. La música que sonaba blanda en aquella ocasión /mental/ de mi experiencia de la vida, convertía en real de una fiebre aquel escenario gratuito.

El escenario era definitivamente azulado y lunar. En el tablado, no recuerdo quién aparecía, pero la pieza que pongo en el paisaje recordado me sale hoy de los versos de Verlaine y Pessanha; no era la que olvido pasada en el palco vivo más acá de aquella realidad de azul música. Era mía y fluida, la mascarada inmensa y lunar, el interludio de plata y azul concluido.

Después vino la vida. Aquella noche me llevaron a cenar al León. Conservo aún el recuerdo de los filetes en el paladar de la nostalgia –filetes, lo sé porque lo supongo, como hoy nadie hace o no como yo. Y todo se me mezcla –infancia, vivida a distancia, comida sabrosa de noche, escenario lunar, Verlaine futuro y yo presente- en una diagonal confusa, en un espacio falso entre lo que he sido y lo que soy.

Fernando Pessoa



Como la tierra seca abre

A Vesta.

"El gran misterio es la conciencia
y el mundo en ella"

Miguel de Unamuno


Como la tierra seca abre
su dura entraña al agua,
como el galope de un caballo fuerza el horizonte
y hace saltar el corazón los límites
de la indefensa vida: así has venido tú.
Te reconozco.
Así has llegado. Es tiempo
de dolor. Es tiempo, pues, de alzarse.
Tiempo de no morir.
Pues has venido
cuando hasta su raíz mis huesos
la pena quebrantaba.
Así has llegado, así has venido tú,
fidelidad sin fin que me ata a la vida.

José Ángel Valente



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