domingo, 25 de septiembre de 2005

La mujer...







"Existes...porque alguien piensa en tí..."



"POEMA PARA LA DISTANCIA

Vivimos pegados al teléfono,
robando para las llamadas,
manejando kilómetros, distancias,
cantidades de amor y de palabras.

Nuestra vida es imaginar
los ojos, las manos,
un qué llevará puesto hoy,
un hará frío cuando salga
por la mañana.

Un teléfono,
parar en un estanco,
comprar sellos,
abrazar a los buzones,
empaquetar sentimientos.

Salir y no buscar.
Hablar y no pensar.
Tener, y tener lejos.

Y jugamos con el tiempo
y añoramos la lluvia,
la peleas, la fuente,
aburrinos juntos en invierno,
volver.
Volver siempre.

Y rezar, y desear
que tú estés allí,
que sigas esperando,
que no te hayas cansado
del juego.




De "La niña en rebajas" de Mercedes Castro






"LA MUJER..."



La mujer no quiere una mirada, quiere una sonrisa.
La mujer no quiere compañía, quiere presencia.
La mujer no quiere llanto, quiere lágrimas.

La mujer quiere, lo que es más sencillo otorgar.

La mujer no busca una mano, busca tacto.
La mujer no busca momentos, espera acontecimientos.
La mujer no busca tu risa, espera tu alegría.

La mujer ofrece, lo que siempre has podido dar.

La mujer no desea un cuerpo, desea un abrazo.
La mujer no desea halagos, desea palabras.
La mujer no desea unos labios, desea un beso.
La mujer no desea ser persona, desea ser mujer.

La mujer no espera tu tiempo, espera tiempo contigo.
La mujer no espera pasión, espera romance.
La mujer no espera sexo, espera amor.
La mujer no espera belleza, espera que la hagan sentir bella.

La mujer es mujer, no la trates como a un hombre.
La mujer es mujer, no es física, es sentimental.
La mujer es mujer, no es cuerpo, es corazón.

La mujer no eres tú, no la trates como esperas que te traten.

La mujer no es para poseer, es para admirar.
La mujer no es para convencer, es para amar.
La mujer no es para conocer, es para entender.
La mujer no es lo que tú crees, ella es mucho más.

La mujer no es un rostro, es un todo.
La mujer no es difícil, es misteriosa.
La mujer no es tacto, es caricia.
La mujer no es la espina, es la rosa.

La mujer es un sabio regalo que nos brindó la naturaleza,
para que juntos pudiésemos llevar la vida
con mucha armonía.







sábado, 17 de septiembre de 2005

Princesas




"Existes...porque alguien piensa en tí..."


"Las princesas no tienen equilibrio..."
"Sentimos nostalgia por las cosas que no han sucedido..."

De la película "Princesas" de Fernando León de Aranoa



"23 razones para leerte al oído"


Para contarte que hay un mundo entero más allá de tu oficina, tu jefe, tu sueldo, tus cafés de media mañana, tu secretaria.

Para explicarte que algunas páginas encierran más emociones que un gol de Raúl en partido de Liga.

Para enseñarte como tienes que leerle a nuestros hijos por la noche abriéndoles puertas que sólo a esa edad se convierten en mágicas.

Para empezar leyéndote al oído y seguir por los ojos y la boca y el cuello y después por algunos otros 23 sitios secretos.

Para que leyendo conjuguemos todos los verbos que nos acerquen y que todas las declinaciones nos hagan felices.

Para que aprendamos los adjetivos que nos ayuden a entender el mundo desde los ojos que amamos, y encuentre contigo los sustantivos que te inventen cada día.

Para que las palabras que te lea no se escapen por la escalera, ni se metan en la nevera, ni se vayan a la calle y se queden aquí con nosotros debajo de las sábanas, metidas en tu oído y sólo puedan desde ese hueco cálido y oscuro llegar, sin perderse por el camino, hasta tu corazón.

Para que las recuerdes cuando estés solo, cuando estemos muy lejos uno del otro y quizás ya te hayas olvidado de mi cara y además mi cara no sea ya la misma sino mucho más vieja y más bella marcada por todos los soles y los mares que no quisiste compartir conmigo.

Para que si te quedas, que si te leo lo que esperas, no dejes nunca de amarme, aunque mis gafas sean cada vez más gordas, yo cada vez más torpe, mis pelos cada vez más blancos y mis pasos más lentos y para que mi voz te haga imaginarme delgada, alta y rubia como era cuando nos conocimos.

Pienso mientras la vida pasa y aún tenemos eso como el mejor regalo: Que me dejas leerte todavía al oído.

María Tena






lunes, 12 de septiembre de 2005

El abrazo (epílogo)


Hay manos que acariaican
y casi ven.

Ven y acaríciame y haz que yo sea
la imagen que de mí tienen tus manos.

Lorenzo Oliván



EL ABRAZO (epílogo)


Un simple abrazo nos enternece el corazón;
nos da la bienvenida y nos hace más llevadera la vida.

Un abrazo es una forma de compartir alegrías
así como también los momentos tristes que se nos presentan.

Es tan solo una manera de decir a nuestros amigos
que los queremos y que nos preocupamos uno por el otro
porque los abrazos fueron hechos para darlos a quienes queremos.

El abrazo es algo grandioso.
Es la manera perfecta para demostrar el amor que sentimos
cuando no conseguimos la palabra justa.

Es maravilloso porque tan sólo un abrazo dado con mucho cariño,
hace sentir bien a quien se lo damos, sin importar el lugar ni el idioma
porque siempre es entendido.

Por estas razones y por muchas más...
hoy te envío mi más cálido abrazo.







domingo, 11 de septiembre de 2005

El abrazo (parte 6ª)

Algunos optan por el yoga, otros por la meditación, otros por los spas...
son muchas las fórmulas para la búsqueda del bienestar que se han puesto de moda.
Sin embargo, un estudio de la Universidad de Carolina del Norte
sostiene que la mejor terapia para hacernos sentir mejor y garantizar una vida larga
es el método más antiguo que existe:
un abrazo.


EL ABRAZO (parte 6ª)

Cuatro pasos,
una sonrisa,
doscientas palabras que no sabes cómo enlazar,
cómo ordenar
y que salen por tus ojos,
por tu mirada,
-que siempre es más clara que tu boca en estos casos-.

Cuatro ojos que se siguen mirando,
dos a dos.
Y dos cuerpos que se acercan,
que se rozan,
que se unen como sin darse cuenta
en un abrazo.
En ese lazo de ternura
que lo envuelve todo.

Y por una eternidad,
-que nadie sabe cuánto dura
porque se paran todos los relojes del mundo-,
esas dos almas permanecen enlazadas,
unidas,
a salvo en esa protección mutua.
En ese santuario que crean los dos.

Todo se detiene,
todo es cálido, suave.
Plenitud completa del cariño.
Y esos brazos que se resisten
a soltar ese cuerpo que anhelan,
que se aferran al momento
como náufragos a sus tablas de madera.
Y caricias en la espalda como mariposas,
como chorros de agua tibia.
Mejilla con mejilla,
pensamientos paralelos
en el tiempo,
en la distancia
y en el sentimiento que lo llena todo.

Y dos cabezas que se hunden
en el hueco que dibujan el hombro y el cuello,
sin atreverse a salir de esa cueva,
sin atreverse a despegarse.
Más y más cerca.
Hasta que son la misma cosa.
Y laten juntos.
Y los brazos se abrazan fuertemente,
pero tan suave como si rozaran
con esas caricias que erizan la piel,
con esos besos que queman.
Y parece que no se van a soltar nunca.

No sólo aprietas tú,
no sólo sientes tú,
porque es él el que no suelta,
al que no le da miedo
que se note que aprieta,
que no quiere soltar.

Por un momento,
sienten lo mismo,
no hay duda.
No hay abrazo así
sin un sentimiento pegado,
es imposible,
sea cual sea...
esa es la magia.

Todo, mientras tanto,
sigue girando impasible,
alejadísimo,
y en una galaxia paralela.
Dentro de la burbuja de cristal
que se forma a su alrededor,
dos almas no quieren soltarse.
Y no se sueltan,
aunque los brazos poco a poco se aflojen,
aunque las manos se suelten lentamente...
aunque comience el aire a correr tímido
entre sus cuerpos aún calientes,
aún temblorosos.
Aunque vuelva a aparecer
el resto de la humanidad
otra vez ante sus ojos,
-como cuando abres los párpados
recién levantado, y todo es borroso-.
Aunque vuelvan a oír
el mundo en su trajín,
la gente que pasa,
el universo, del que por un rato
escaparon abrazados...

Porque de alguna manera,
ya están unidos.
Y ese abrazo en el alma
no se suelta,
hasta que ellos no quieran
dejar de abrazarse,
mientras sigan sintiendo esa magia
que les ha enlazado.
(mañana un final apropiado...)







sábado, 10 de septiembre de 2005

El abrazo (parte 5ª)


Otra vez a Indah, con intención,
por si se anima a abrazar al conserje.

"No me fasridiéis, ¡abrazadme!
Pegatina en un parachoques

EL ABRAZO (parte 5ª)

Hoy había quedado en enviaros un poema al respecto, pero voy a cambiar mis planes sobre la marcha y voy a compartir con vosotros una historia evocada por una experiencia personal que viví ayer mismo, que me permitió descubrir una nueva forma de abrazo, la denominaré "abrazo mágico" o "abrazo alquimico" y que tiene la facultad de transformar el odio en amor, y la ira en paz, y que me ha hecho llegar a mi cita prevista con algún retraso. Además me servirá para hacer bailar a las nueronas de mi amiga Indah y a ponerla en un compromiso cuando mañana se encuentre con el conserje.
Hay va la historia, el poema mañana (si no cambiamos de planes). La música de fondo permanece estos días inalterada con toda intención.
EL JUEZ DE LOS ABRAZOS

Lee Shapiro es un juez retirado y también una de las personas más auténticamente amables y cariñosas que conocemos.
En un momento de su carrera, Lee se dio cuenta de que el Amor es el poder más grande que hay. Como resultado de ese descubrimiento se convirtió a la religión del Abrazo: empezó a dar abrazos a todo el mundo. Sus colegas comenzaron a llamarlo "El juez de los Abrazos". En el parachoques de su automóvil se lee: "No me fastidies... abrázame".

Hace más o menos seis años, Lee inventó lo que él llamaba su Equipo de Abrazar. Por fuera dice: "Un corazón por un abrazo" y contiene treinta corazoncitos rojos bordados con un adhesivo al dorso.Lee saca su equipo de abrazar, se acerca a la gente y le ofrece un corazoncito rojo a cambio de un abrazo.

Gracias a esa práctica ha llegado a ser tan conocido que con frecuencia le invitan a conferencias y convenciones donde puede compartir su mensaje de Amor Incondicional.
En una conferencia que se realizo en San Francisco, los medios de comunicación locales le plantearon el siguiente reto: es fácil dar abrazos en esta conferencia dirigida a personas que han venido aquí porque han querido, pero eso sería imposible en el mundo real. Y lo desafiaron a que empezara a dar abrazos por las calles de San Francisco, seguido por un equipo de televisión de la emisora local.Lee salió a la calle y abordó a una mujer que pasaba.

-Hola, soy Lee Shapiro, el juez de los Abrazos y doy un corazón de estos a cambio de un abrazo-explicó.

-Como no - fue la respuesta.

-Demasiado fácil -objetó el comentarista local. Lee miró a su alrededor y vio a una muchacha encargada de un parquímetro que lo estaban usando mal a causa del propietario de un automóvil a quien estaba multando.Lee se encaminó hacia ella, con el cámara a su lado y le dijo:

-Me parece que a ti te vendría bien un abrazo. Soy el Juez de los Abrazos y me ofrezco a darte uno.

Ella aceptó.

-Mire ahí viene un autobús -lo desafió el comentarista de televisión- Los conductores de autobús de San Francisco son la gente más dura, descortés y mezquina que hay en la ciudad. Vamos a ver si consigue usted que lo abracen.

Lee aceptó el reto.Cuando el autobús llego a la parada, dijo al conductor:

-Hola, soy Lee Shapiro, el Juez de los Abrazos. El suyo debe ser uno de los trabajos más agotadores del mundo. Hoy ando ofreciendo abrazos a la gente para aliviarles un poco la carga.¿Le apetece uno?

El hombrón de un metro ochenta y cuatro y más de noventa kilos de peso se levantó del asiento, bajó y le dijo:

-¿Por qué no?

Lee lo abrazó, le dio un corazón y lo saludó con la mano mientras el autobús volvía a arrancar.Los del equipo de televisión estaban mudos. Finalmente, el presentador dijo:

-Tengo que admitir que estoy muy impresionado.

Un día, Nancy Johnston, una amiga de Lee, llamo a su puerta. Nancy es payaso de profesión e iba vestida con su disfraz de trabajo, maquillada y con nariz postiza.

-Lee, toma un montón de tus equipos de abrazar y vamos al Hogar de Incapacitados.

Tan pronto como llegaron, comenzaron a repartir globos, sombreros de carnaval, corazones y abrazos entre los pacientes. Lee se sentía incomodo: nunca había abrazado a nadie que tuviera una enfermedad terminal, que padeciera graves disfunciones físicas o mentales. Decididamente, aquello era excesivo para dos personas. Pero pasado un rato las cosas se volvieron más fáciles, ya que se fue formando un cortejo de médicos, enfermeras y ayudantes que los seguían de un pabellón a otro.

Pasadas varias horas, llegaron al último pabellón donde se alojaban los 34 casos más graves que Lee había visto en su vida. La sensación fue tan horrible que lo descorazono; pero, dado su compromiso de compartir su amor para conseguir un cambio, Nancy y Lee empezaron a abrirse paso por las habitaciones, seguidos por el séquito de médicos y enfermeras, que por aquél entonces ya llevaban corazones colgados al cuello y lucían sombreros de carnaval.

Finalmente, Lee llegó a la última persona, Leonard, que llevaba un gran babero blanco sobre el cual babeaba incesantemente. Lee miró a Leonard, que no dejaba de babear, y después se volvió a Nancy diciéndole:

-Vayámonos, Nancy, a una persona así es imposible llegar.

-Vamos, Lee-respondió ella - Es un ser humano como nosotros, ¿o no?. Y le puso un sombrero de mil colores en la cabeza. Lee sacó uno de sus corazoncitos rojos y lo pegó en el babero de Leonard. después, tras hacer una inspiración profunda, se inclinó a abrazarlo.

Súbitamente, Leonard empezó a emitir un chillido.

Otros pacientes empezaron a golpear cacharros. Lee se volvió hacia el personal de la sala, en busca de alguna explicación, y se encontró con que todos los presentes, médicos, enfermeras y auxiliares, estaban llorando.

-¿Que es lo que pasa? - preguntó a la jefa de enfermeras.

Lee jamás olvidará su respuesta:

-En veintitrés años, es la primera vez que hemos visto sonreír a Leonard.

Así de sencillo es cambiar en algo la vida de la gente.

Jack Canfield y Mark V. Hansen

Nota: "Llueve en mis ojos...(ésta historia a cambio de un abrazo)

(mañana un abrazo en forma de poema...)







jueves, 8 de septiembre de 2005

El abrazo (parte 4ª)

A Indah, a Mar y Carz sin necesidad de atravesar el Atlántico.

"´Siempre hay luz a la orilla de cada oscuridad,
los abismos nos muestran las hierbas nunca holladas;
hay en la media noche un alba en ciernes,
y en la total ceguera una triple visión."
John Keats

EL ABRAZO (parte 4ª)

...
Otras forma de abrazos que también llevan nombre:

El "abrazo de costado", es muy usual darlo mientras dos personas caminan juntas. Pueden estar tomadas por la cintura o por los hombros. Se caracteriza también por ser un abrazo alegre y juguetón. Es apropiado cuando caminamos, paseamos o esperamos en la fila para entrar al cine o al teatro. Este abrazo es común entre la pareja, entre padre e hijo, madre e hijo, entre hermanos y también cuando los buenos amigos desean hablar.

En el "abrazo por la espalda", el que abraza se aproxima al otro lado desde atrás, rodea su cintura con los brazos y lo estrecha con generosidad. Este abrazo suele ser breve y juguetón y la sensación de fondo es de felicidad y apoyo. Este tipo de abrazo se da entre la pareja, como cuando el hombre abraza a la mujer mientras ella se encuentra haciendo algún quehacer.

En el "de corazón", se considera que es la forma más elevada del abrazo. Se inicia un contacto visual mientras la pareja está de pié, frente a frente. Los brazos deben rodear hombros y espalda y las cabezas se juntan y se establece un contacto físico. Los dos deben concentrase en la ternura que fluye desde un corazón hacia el otro y respirar con lentitud. Es preciso anular posibles distracciones. Éste es un abrazo sublime, largo, afectuoso, abierto y genuino. Puede expresar amor puro e incondicional. Se da entre viejos amigos o amigas muy recientes que se unieron por una experiencia y emoción común y, por supuesto, entre una pareja.

El "abrazo a la medida", es muy efectivo porque nos hace sentir bien. Aquí entra el factor ambiente, situación, compañía y las necesidades personales del abrazo: afecto, efecto, fuerza, apoyo o reafirmación o cualquier sensación agradable que pueda proporcionar el abrazo.

En el "abrazo Zen", se puede emplear cualquier tipo de abrazo. El de mejilla y el de corazón son los más recomendables. Una de las formas de practicar este abrazo es que la pareja se siente frente a frente y apoyen los pies con pies y manos con manos. No importa si se abren o cierran los ojos, pero la respiración debe ser profunda y con ritmo. La pareja debe estar concentrada sólo en el momento presente y dejar que los pensamientos desaparezcan. Es preciso tomar conciencia de lo que se está compartiendo, del contacto físico y de la energía que se está entregando mutuamente. Cuanto más profunda sea una relajación, mejor será la experiencia del abrazo. Éste es un abrazo que demanda mucha concentración, ya que mucho se entrega y recibe con él.
(mañana un abrazo en forma de poema...)







miércoles, 7 de septiembre de 2005

El abrazo (parte 3ª)


A UMA y Valika desde el otro lado del atlántico.

"El viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos."
Ángel Gonzalez

EL ABRAZO (parte 3ª)

...
Hay diferentes formas de abrazos y hasta llevan nombre.

En el "abrazo de oso", por lo general, una de las dos personas es más alta, pero tampoco es requisito para aportar la cualidad emocional de este abrazo. El que abraza se curva levemente sobre el más bajo, envolviéndolo con los brazos. El que es abrazado apoya la cabeza en el hombro o pecho del otro y rodea la cintura del que abraza. Los abrazos de oso, se dan entre padres e hijos; abuelos y nietos. Entre amigos y entre esposos. Este abrazo transmite mensajes como: Te apoyo; cuenta conmigo; comparto tu dolor o alegría. Cuando se da en la pareja, se transmite una infinita ternura.

En el "de mejillas", este abrazo demuestra ternura y bondad y tiene una cualidad espiritual. Se puede dar sentado, de pié o hasta con una persona sentada y otra de pié, pues no se necesita contacto físico total. Si las dos personas están sentadas, deben ponerse de frente y presionar la mejilla contra el otro. Este abrazo se da entre amigos íntimos, entre la pareja o con un ser querido. Es ideal para una ocasión feliz.

En el abrazo "con forma de A", las personas deben estar de pié, frente a frente y colocar los brazos alrededor de los hombros. El costado de las cabezas queda apoyado en la del otro y el cuerpo está inclinado hacia delante sin que haya contacto debajo de los hombros. Es un abrazo clásico y muy apropiado para las relaciones recientes o cuando se requiere cierto grado de formalidad. Por lo general, se da entre familiares que tiene muchos años de no verse.

El llamado "abrazo sándwich", formado por tres personas, dos de ellas se colocan frente a frente y el tercero, en medio de los dos. Los dos abrazantes pueden abrazarse por los hombros o por la cintura. Este abrazo proporciona sensación de seguridad y apoyo. Es ideal para compartir en familia (madre, padre e hijo), entre tres buenos amigos o bien, cuando una pareja desea consolar a otra persona.

El "abrazo impetuoso", es por lo general breve y se caracteriza, porque el que abraza corre y echa los brazos al cuerpo del otro. El que es abrazado debe estar preparado para responder al apretón y tener una sensación agradable. Otra manera de dar este abrazo, es cuando los dos corren el uno hacia el otro y se estrechan con pasión. Este abrazo se da cuando se dispone de poco tiempo, y se recomienda incluir abrazos más suaves y duraderos para no hacerlos tensos. Se utiliza en un momento en que queremos desearle suerte a alguien para expresar cariño, pero de una manera apurada.

El "abrazo grupal", les viene bien a los amigos muy íntimos que comparten un proyecto e interés en común. El grupo se coloca en círculo y los brazos rodean hombros y cinturas. Una de las variantes de este abrazo es cerrar el círculo avanzando hacia el centro y luego retroceder separándose con un grito de júbilo o con un apretón de despedida, tal cual en los bailes rusos. Este abrazo proporciona calidad de apoyo, seguridad y afecto, además de un sentimiento de unidad y solidaridad. Es ideal entre compañeros de clase, de oficina o de un equipo.
(mañana más...)







martes, 6 de septiembre de 2005

El abrazo (parte 2ª)



El abrazo:
Es ecológicamente aceptable pues no altera el ambiente.
Ahorra energía al economizar calor.
Es portátil.
No requiere equipos especiales.
No requiere de un sitio especial,
cualquiera,
desde un umbral hasta una sala de conferencias para ejecutivos,
desde el atrio de una iglesia hasta un estadio de fútbol
es buen lugar para un abrazo.
Hace más felices los días Felices.
Hace soportable los días insoportables.
Estimula sentimientos de arraigo.
Llena los vacíos de la vida.
Continúa ejerciendo efectos benéficos aún después de la separación
Kathleen Keating


EL ABRAZO

...
Este gesto se da en todos los niveles de relación interpersonal. Todos tenemos necesidad de tocar y ser tocados, de amar y ser amados. El amor retenido puede convertirse en dolor. Por ello, en el abrazo hay que ser humildes y vulnerables, para entregarnos él y al abrazo. Al abrazar, afirmamos la capacidad de descubrir la ternura y la alegría que hay en nosotros y la riqueza interior que nos nutre.

Hay que tener muy en cuenta que el abrazo, es una de las formas más puras de manifestar afecto y cariño y además, tiene muchos beneficios, como el de aliviar el dolor, la depresión, la ansiedad y la tensión; acrecienta en los enfermos la voluntad de vivir y seguir adelante; ayuda a los bebés prematuros (que se vieron privados de contacto en sus incubadoras), a crecer y a fortalecerse; hace que veamos con mejores ojos nuestra propia persona y el entorno que nos rodea; tiene un efecto positivo en el desarrollo del lenguaje y en el coeficiente intelectual de los niños; provoca alteraciones fisiológicas positivas en quien toca y en el que es tocado; mantiene en buen estado los músculos de brazos y hombros, ya que es un ejercicio de flexión y de estiramiento; afirma que somos seres humanos; es democrático, ya que cualquiera es candidato para dar o recibir un abrazo; crea los lazos más estrechos entre los individuos, ya que rompe las barreras emocionales.
El afecto, el contacto físico y el cariño, es algo demasiado importante. Es una de las necesidades fundamentales del ser humano, al igual que el agua y el alimento.

Si bien, en la generalidad, los hombres suelen demostrar con más facilidad su cariño, muchas mujeres quizás lo expresen sin mayor dificultad, pero no siempre sucede así. Puede ser que una barrera emocional impida demostrar afecto o, simplemente, al no haberlo recibido desde pequeñas, sea difícil proyectarlo hacia otras personas. De hecho, es factible que el afecto recibido durante la infancia, determine la manera de darlo en el futuro. Tanto en el hombre como en la mujer, la ausencia de afectos en la infancia, puede marcar definitivamente nuestra personalidad como adultos; una persona que carece de afectos, suele ser rígida, celosa, posesiva y a veces insensible y violenta.
Normalmente, es gente muy dependiente de los demás en sus relaciones, ya sea matrimoniales o hacia sus padres o hijos. Otro de los rasgos de una persona que recibió poco afecto en su vida, es que suelen ser muy pasivas y se caracterizan porque aceptan todo, por miedo a quedar solas.
(mañana más...)







lunes, 5 de septiembre de 2005

El abrazo (parte 1ª)



La receta:
Cuatro abrazos al día para sobrevivir,
ocho para mantenerse
y doce para crecer.
EL ABRAZO

Se ha comprobado que todos necesitamos contacto físico para sentirnos bien. Una de las formas mas importantes de contacto físico es el abrazo.

Vivimos en un mundo en el que se hablan muchos idiomas, el abrazo habla un idioma universal. Algunas veces no encontramos las palabras adecuadas para expresar lo que sentimos. Otras veces, las encontramos, pero no nos atrevemos a decirlas, ya sea por timidez o porque los sentimientos nos abruman. En esos casos, se puede contar con el idioma no verbal de los abrazos.

Cuando nos tocamos y nos abrazamos con espíritu compasivo, llevamos vida a nuestros sentidos y reafirmamos la confianza en nuestros propios sentimientos.

No solo debemos utilizar el lenguaje, también debemos utilizar la sabiduría intuitiva, sin palabras y escuchar con el corazón. Así percibiremos el significado más profundo del misterio al que llamamos amor.

El contacto físico no es sólo agradable, es necesario para nuestro bienestar psicológico, emocional y corporal; acrecienta la alegría y la salud del individuo y de la sociedad.

Y claro que eso es definitivamente real. Todos funcionaríamos mejor durante el día, si abrazáramos o nos dejáramos abrazar. Si bien es cierto que dar o recibir un abrazo es algo simple y cotidiano, casi todos desconocemos la dimensión de plenitud que nos proporciona. Los expertos en la materia, tienen mucha razón al decir que "en su forma más elevada, abrazar es también un arte". Una de las formas más naturales y espontáneas de demostrar afectos es a través del abrazo. "Si bien hay muchas formas de tocar, el abrazo es una muy especial y que contribuye de un modo muy importante, a la curación y la salud.

El abrazo es asexual y por lo general reconocemos un abrazo cariñoso, consolador o juguetón, del abrazo de pareja. Cada uno tiene muy en claro que tipo de abrazo está dando, ya que el abrazado responderá en el mismo tono. El abrazo se da y se recibe. A veces uno es el abrazado y otras, el que abraza. Cuando se quiere un abrazo, no hay que esperar a que el otro adivine, es necesario pedirlo.

Los hijos tienen que ver que sus padres se abrazan entre sí, también a sus amigos, así al crecer, estarán convencidos que es algo que no sólo se da entre amantes y cuando se siente atracción física por otro.
(continuará)







jueves, 1 de septiembre de 2005

La estación azul



...Porque el destino del hombre es el amor,
y cada uno tiene su propia lucha y su propio camino.
Francisco Brines

LA ESTACIÓN AZUL

Basta sólo con que nos olvidemos del espejo en el que multiplicamos el rostro de nuestros deseos y triunfos y salgamos al encuentro de los demás. Basta con que apaguemos las lámparas del abandonado salón por donde resbalamos como principes solitarios, y abramos la ventana para dejarnos envolver por el humo de las más humildes cocinas secretas encendidas en miles de anónimos pechos. Basta con que olvidemos nuestro nombre en el bautismo universal de la luz del amanecer para que, abrazados, arribemos todos a la estación azul. Allí, cada palabra transparece grávida de aliento común, de modo que si alguien dice "ciudad", un coro de voces se hunde en sus propias habitaciones iluminadas mientras el sueño despliega sus mapas. Si alguien pronuncia la palabra "sí", un bosque de cabezas se vuelve un instante y en su giro enciende un rosal de ilusión. Ninguna idea muere en la estación azul, su lava calcina los árboles sin pájaros de tantas frentes y en su espacio de cenizas levanta un aire radiante en el que cada pensamiento es embrión de un ser. Nadie desde su rama canta su horizonte sin antes pulsar el arpa dormida del valle común. Y las gargantas en vuelo se empañan del mismo rocío de beso. Ninguna mujer enciende la luz del silo de su vientre sin que las gacelas se desvanezcan en el bosque y en las ciudades los hombres se reúnan, la mirada perdida en su estación azul. Mientras una pareja se transfigura en la antífona del lecho, su borrasca de luz a los más híspidos alcanza. Y un momento su corazón sin techo siente el dulce sofoco de la estación azul. Basta sólo con que anudemos nuestras manos caídas en el mismo pozo de sombras, para que una criatura pura amanezca investida del impalpable arco iris de la estación azul. Basta con que nuestra sangre multiplique su lengua hasta el himno cada vez que nace un nuevo ser. Basta con que una niña dormida, la tumba llena de llamas de una rosa, la memoria con horizonte de seda o herida por una espina fija, basta con que todo esto nos deje suspensos en el tiempo insondable y frágil de la oración para que se nos revele la estación azul. ¿No oís? Nadie oye. Somos ya la misma música, su estación azul.

Javier Lostalé. De "La rosa inclinada"






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