lunes, 30 de mayo de 2005

Manifiesto

Eugène Delacroix, Liberty Leading the People, 28 July 1830

El poder es una espada de dos filos
El poder del ego intenta controlar y dominar.
El poder del mago es el poder del amor.
Deepak Chopra


En defensa del cardo de la ortiga,
en defensa del burro y el rebuzno
y de su condición intranscendente,

a favor de los bosques y su antiguo
modo de ser, a favor de la piedra
que el invierno cubrió de oscuro musgo,

para que vivan peces en las aguas,
pájaros en el aire, rododendros
en los jardines, luces en la noche,

y los hombres se olviden de la prisa
con que van a la nada y no se enteran,
víctimas de un progreso establecido,

para que todo cobre otro sentido
una vez asumido el sinsentido
que es todo, y concentrados en su paso

veamos sin dolor pasar el tiempo
y vivamos minutos, horas, días,
bocanadas de ser, riqueza única,

para que todo vuelva a ser sí mismo,
lo que pasó, lo que es, lo que perdura,
lo que no deja huella de su paso,

para que no dé miedo tener hijos
ni dejar de tenerlos, y el amor
vuelva a ser verdadero, a ser inmenso,

para poder tomar el sol y el aire
y sentarse en la hierba con la gente
y ponerse a charlar largo y tendido,

a favor del cansancio y del descanso,
a favor de los ciclos naturales
y de la rebeldía ante los ciclos,

por los colores y por los sonidos,
por los gustos, los tactos y los olores,
por el juego y el sueño, y los amigos,

en defensa de lo que se ha perdido,
de la paz verdadera, del sosiego,
de la palabra limpia y del silencio.

(De “Esos tus ojos”, de Jesús Munárriz)


Dos historias de amor

Elsa Mora. Martí enamorado


Dedicado a UMA desde Freelandia


Grandes son las jarras de la tristeza 
en las manos mortales.
Antonio Gamoneda

De vez en cuando me sentía inquieto y los deseos me atormentaban. Creía no poder resistir verla junta a mí sin estrecharla entre mis brazos. También esto lo notaba enseguida. Una vez estuve varios días sin aparecer; por fin volví confuso y ella me condujo a un lado y me dijo:
-No debe usted entregarse a deseos en los que no cree. Sé lo que desea- Pero tiene que saber renunciar a esos deseos o desearlos de verdad. Cuando llegue a pedir con plena seguridad de que su deseo va a ser cumplido, éste será satisfecho. Sin embargo, usted desea y al mismo tiempo se arrepiente de ello con miedo. Hay que superar eso. Voy a contarle una historia.


domingo, 29 de mayo de 2005

La culpa

John William Waterhouse - Penelope and Her Suitors

"Hoy todo te responde anocheciéndose"
Javier Cano

Penélope cree que la vida es una lucha a brazo partido contra la culpa, la obligación, la angustia, el miedo o lo desconocido, la dependencia, los deseos de justicia, el temor, la preocupación, la postergación, la falta de amor por uno mismo y la absurda inclinación a vivir en el pasado que a todos nos invade de cuando en cuando.
Una lucha contra todo eso y contra algunas cosas más.
Para combatir a tantos enemigos en su vida personal, y en la profesional, se rige por las reglas del arte de la prudencia de Gracián. Su padrastro le había regalado el Oráculo Manual cuando cumplió dieciséis años, pero ella no supo extraer enseñanzas del libro –ni de ése ni de ningún otro, dicho sea de paso- hasta casi veinte años después. Entonces no sabía nada. Puede que ni siquiera supiese leer. O por lo menos, no sabía lo que leía, ni lo que veían sus ojos o tocaban sus manos. No se enteraba de nada. Estaba poseída por esa descabellada glotonería existencial de la juventud para la que todo es apetito, ansia, derroche y sueño.
Ahora, sin embargo, si que sabe. Penélope sabe algunas cosas. No todas, ni falta que le hace, pero las suficientes como para ir tirando.
Sabe que es necesario elegir bien a los amigos y a los enemigos, y saber valerse de ambos. Que hay que actuar como si nos estuvieran viendo. Que hay que dejar a los demás con deseo de nosotros, y no saciarlos jamás. Que no debe engañarse sobre ella misma ni sobre nadie. Que debe conocer bien sus defectos y no explicarse con demasiada claridad, porque la mayoría de las personas no valoran lo que entienden y veneran lo que les resulta indescifrable. Penélope ha aprendido el arte del disimulo, porque ser transparente en un mundo despiadado significa no tener futuro: por eso es necesario enmascararse a menudo. En plena selva, los insectos más frágiles sobreviven camuflados entre la vegetación, los verdes confundidos sobre las hojas verdes, y envueltos en las podridas los del color de la carroña.
Penélope ha aprendido a tener buen sentido. Más vale un grano de buen sentido –decía Baltasar Gracián- que montañas de inteligencia.
Ha aprendido a tener gusto y cuidado al hacer las cosas, a tener valor, celo y cordura. Y, sobre todo, a saber esperar.
Desde luego que sí. Penélope sabe ahora al menos un par de cosas.

Ángela Vallvey. "Los estados carenciales"


sábado, 28 de mayo de 2005

Si el amado desapareció...





Desamor

Ya nunca más diré: "Todo termina;
"sino: "Sonríe, alma, y comencemos"
Antonio Gala


Si el amado desaparareció,
hurtándote calor y besos,
envasa tus lágrimas en una botella
y arrójala al mar;
el amor es una simiente
que crece todos los días.

Si la pasión voló lejos de tus entrañas,
abre los ojos al mundo,
y aprende de la primavera,
que olvida la helada infecundidad del invierno
para hervir en sangre y flores
el fruto de la vida.

Si la risa se cayó de tus labios
empujada por el dolor,
no mojes torrencialmente tu pena,
espera que el nuevo día recoja tu risa
porque la felicidad es el carmín más rojo
para tus labios.

Si la amistad te apuñaló
la confianza por la espalda,
no llores por ti,
hazlo por él.
Porque ha perdido
Lo más verdadero del mundo.

Joshua Naraim

viernes, 27 de mayo de 2005

Clausuras interiores.

Ternura. Oswaldo Guayasamin


(A Uma
y su otoño trasvestido en invierno)


Yo soñaba, despacio, geografías; soñaba accidentes,
el curso de los ríos, acantilados, océanos, caminos,
y mares y montañas; y mapas, y fronteras.
Comprometí, compuse senderos de ti -perfectos-.

Atrás habían quedado los templos interiores,
las catacumbas,
el pan,
el vino,
el agua,
las especias;
y del recuerdo me resguardaba la última clausura de la luna.


Todo era mío: te soñaba; y acomodada en el vértigo,
dibujaba -perfectos- la espina,

el pájaro,
las hojas.

Te soñaba. Despacio. Con los brazos abiertos como alas;
y recreándose, mimaba mi voz tu voz en cada sílaba:


baldío fue acurrucar el alma en la palabra,
baldío retenerte en el escorzo en vuelo de tu nombre,
y baldío, escribirlo en el agua.


Baldío; sin riendas, sin dueño: un temblor,
un reflejo, el grito -murmurado bajito-
otra vez; otro nombre; y lo supe.


Mi tren, dragón devorador de inocentes princesas,
resoplaba en la vía
-"nunca digas adiós, da mala suerte"-
y el horizonte tiñéndome los ojos,
y allí, en el meandro de la memoria donde se ensancha el río,
el beso de la pluma,
del tacto,
del papel,
y del lápiz con el que escribo esta nota sin un adiós al fondo,
trastocaba mi tristeza en ternura;
en tus manos -colibrí o paloma, espina; rama- un poema;
y en las mías, con un sello, la hoja emborronada, y un destino ilegible;
como resucitar recuerdos tan sólo por el gusto de volver a enterrarlos
o como haber nacido con la piel vieja ya, y herida de muerte el alma.


indah

jueves, 26 de mayo de 2005

La ventana

Antigua, 1998. Susan Marie Tabush

No te preguntes si eres feliz,
pregúntate si son felices los que viven contigo"
H.Eduard Manning


Dos hombres, seriamente enfermos, ocupaban la misma habitación en el hospital. A uno de ellos se le permitía estar sentado una hora todas las tardes para que los pulmones drenaran sus fluidos. Su cama daba a la única ventana de la habitación.

El otro hombre tenía que estar tumbado todo el tiempo. Los dos hablaban mucho. De sus mujeres y familiares, de sus casas, trabajos, el servicio militar, dónde habían estado de vacaciones.

Y todas las tardes el hombre que se podía sentar frente a la ventana, se pasaba el tiempo describiendo a su compañero lo qué veía por la ventana. Éste, solamente vivía para esos momentos donde su mundo se expandía por toda la actividad y color del mundo exterior.

La ventana daba a un parque con un bonito lago. Patos y cisnes jugaban en el agua mientras niños capitaneaban sus barcos teledirigidos. Jóvenes amantes andaban cogidos de la mano entre flores de cada color del arco iris. Grandes y ancestros árboles embellecían el paisaje, y una fina línea del cielo sobre la ciudad se podía ver en la lejanía.

Mientras el hombre de la ventana describía todo esto con exquisito detalle, el otro hombre al otro lado de la habitación cerraba sus ojos e imaginaba la pictórica escena.

Una cálida tarde el hombre de la ventana describió un desfile en la calle. Aunque el otro hombre no podía oír la banda de música, se la imaginaba conforme el otros la iba narrando todo con pelos y señales. Los días y las semanas pasaron.

Una mañana, la enfermera entró para encontrarse el cuerpo sin vida del hombre al lado de la ventana, el cual había muerto tranquilamente mientras dormía. Se puso muy triste y llamó al doctor para que se llevaran el cuerpo. Tan pronto como consideró apropiado, el otro hombre preguntó si se podía trasladar al lado de la ventana. La enfermera aceptó gustosamente, y después de asegurarse que el hombre estaba cómodo, le dejó solo.

Lentamente, dolorosamente, se apoyó sobre un codo para echar su primer vistazo fuera de la ventana. Finalmente tendría la posibilidad de verlo todo con sus propios ojos.

Se retorció lentamente para mirar fuera de la ventana que estaba al lado de la cama. Daba a un enorme muro blanco. El hombre preguntó a la enfermera qué había pretendido el difunto compañero contándole aquel maravilloso mundo exterior.

Y ella dijo: -Quizás sólo quería animarle.

Autor desconocido

martes, 24 de mayo de 2005

Plegaria (soneto)

Plegaria. Patricia Rizzo

Libérame, amor, para quererte,
del deshielo de abril, del viento frío,
del golpear continuo del hastío,
de este estar sin estar. De sorprenderte.

De haber llegado a ti. De conocerte.
De soñar con ser flor, torrente, río.
De este tentar tu corazón al mío,
con el zaino capote de la suerte.

Martirio. Sinrazón. Dolor que ensalma,
es este ansiar -¡ansiando poseerte!-
ser sólo sombra azul, tu mar en calma,

tu torre, tu pasión: tu contrafuerte.
Cuando la angustia se adueñe de mi alma:
¡libérame, amor, de esta no muerte!


indah

Más allá

"La Felicidad es un estado transitorio que no presagia nada bueno"


Siendo niño -6 años tendría-,
leí por primera vez este poema,
cuyo autor desconozco.
Desde entonces ha permanecido en mi memoria
como una joya.
Joshua Naraim



MAS ALLA

Por un áspero camino,
un cansado peregrino,
busca la felicidad.
Y cuantos a su paso haya,
todos le dicen que vaya:
Más allá.

Cruza por los estrados
de los palacios dorados,
buscándola con afán.
Y entre placeres y orgías
siempre una voz le decía:
Más allá.

A gentes de las montañas,
pregunta si en sus cabañas,
con ellos habita en paz.
Y ellos bajan la cabeza,
y le responden con tristeza:
Más allá.

Penetra con desaliento,
por los claustros de un convento,
y se postra ante un altar.
Y entre oraciones y preces,
oye a veces, sólo a veces:
Más allá.

Por fin, llega al camposanto,
con los ojos llenos de llanto,
buscando la felicidad.
Y una figura huesosa,
le dice abriendo una fosa:
Más allá.

domingo, 22 de mayo de 2005

Por senderos olvidados con un anciano indio

"Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras maneras.
Una parte de la tierra es igual para él que cualquier otra parte,
pues es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita.
La tierra no es su hermana sino su enemiga — y una vez conquistada, se larga.
Jefe Seattle de los Suquamish, 1853


ORACION LAKOTA

Wakan Tanka, Gran Misterio,
enséñame a confiar
en mi corazón,
en mi mente,
en mi intuición,
en mi sabiduría interna,
en los sentidos de mi cuerpo,
en las bendiciones de mi espíritu.
Enséñame a confiar en estas cosas,
para que pueda entrar en mi Espacio Sagrado
y amar más allá de mi miedo,
y así Caminar en Equilibrio
con el paso de cada glorioso Sol.

Para los Lakota, el Espacio Sagrado es el espacio
entre la inhalación y la exhalación.
Caminar en Equilibrio es tener el Cielo (espiritualidad)
y la Tierra (fisicalidad) en Armonía.

Sobre Libertad y Honor

Lo más importante para la gente blanca es la libertad. Lo más importante para los indios es el honor.
El mundo blanco pone todo el poder arriba. Cuando alguien llega a la cumbre, tiene el poder de quitarte tu libertad. En sus iglesias hay alguien a la cabeza. En sus escuelas también. En su gobierno. En sus negocios. Siempre hay alguien en la cumbre, y esa persona tiene el derecho de decir si eres bueno o malo. Les perteneces. Con razón los americanos siempre se preocupan por su libertad. ¡Tienen tan poca! Si no la protegen, alguien se las quitará.
Cuando ustedes llegaron entre nosotros, no podían entender nuestras maneras. Querían encontrar a la persona de arriba. Querían encontrar las cercas que nos limitaban. Su mundo estaba hecho de jaulas y pensaban que el nuestro también lo estaba.
Todo parecía una jaula. Sus ropas los entallaban como jaulas. Sus casas parecían jaulas. Colocaban cercas en sus patios y parecían jaulas. Todo era una jaula. Ustedes convirtieron la tierra en una jaula. Pequeños cuadros. Y luego formaron un gobierno para proteger esas jaulas. Y el gobierno era sólo jaulas. La única libertad que tenían era dentro de su propia jaula. ¡Y luego se preguntaban por qué no eran felices y por qué no se sentían libres!
Nosotros nunca pensamos así. Todos éramos libres. No hacíamos jaulas de las leyes ni de la tierra. Nosotros creíamos en el honor. Para nosotros, el hombre blanco parecía un ciego caminando: sabía que estaba en el camino equivocado cuando se tropezaba con la orilla de una de sus jaulas. Nuestra guía estaba adentro, y no afuera. Era el honor. Era más importante para nosotros saber lo que estaba bien, que saber lo que estaba mal.
Observábamos a los animales y veíamos lo que era apropiado. Veíamos cómo cada animal tenía sabiduría, y tratábamos de aprender esa sabiduría. Observábamos cómo se llevaban entre ellos y cómo criaban a sus pequeños. No buscábamos lo que estaba mal. En lugar de eso, siempre nos esforzábamos por hacer lo que estaba bien. Y esa búsqueda era lo que nos mantenía en el buen camino, no las reglas ni las cercas. Queríamos honor para nosotros mismos y para nuestras familias.
La libertad sólo es importante cuando otros están tratando de encadenarte. Nosotros no teníamos cadenas, así que no necesitábamos libertad. Siempre habíamos tenido nuestra libertad, así que ustedes no tenían nada de valor para darnos. Lo único que podían hacer era quitárnosla y luego regresárnosla en forma de jaulas.Ustedes nos quitaron nuestro honor y nos dieron su libertad. E incluso ustedes mismos saben que eso no es libertad en absoluto. Es simplemente la libertad de vivir dentro de sus propias jaulas cerradas.

Extractos del libro
"Neither Wolf nor Dog. On Forgotten Roads with an Indian Elder"
("Ni Lobo ni Perro. Por Senderos Olvidados con un Anciano Indio")
por Kent Nerburn
New World Library, 1994
Resumen y traducción de Cheryl Harleston

sábado, 21 de mayo de 2005

Libre

Burka. Rachel G. Beaupré

"La niñez nos recuerda
que tuvimos tiempo para hacernos libres
y que, al final, erramos el camino.
Amamos volver a lo imposible,
cruzar el tiempo a lomos de las lágrimas,
embalsamar con besos las derrotas
y con versos hacerles los sudarios."
Carz


Libre te quiero,
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía.

Grande te quiero,
como monte preñado
de primavera.
Pero no mía.

Buena te quiero,
como pan que no sabe
su masa buena.
Pero no mía.

Alta te quiero,
como chopo que en el cielo
se despereza.
Pero no mía.

Blanca te quiero,
como flor de azahares
sobre la tierra.
Pero no mía.

Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.

Agustín García Calvo

jueves, 19 de mayo de 2005

El significado de los plátanos



"Si tienes un problema y puedes solucionarlo,

no te preocupes, soluciónalo.
Si tienes un problema y no puedes solucionarlo,
no te preocupes olvídalo."

Un hombre decidió pasar algunas semanas en un monasterio de Nepal. Cierta tarde entró en uno de los numerosos templos de la región y encontró a un monje, sentado en el altar, sonriendo. Le preguntó por qué sonreía. "Porque entiendo el significado de los plátanos", fue su respuesta.
Dicho esto, abrió la bolsa que llevaba, extrayendo de ella un plátano podrido. "Esta es la vida que pasó y no fue aprovechada en el momento adecuado; ahora es demasiado tarde". Seguidamente, sacó de la bolsa de la bolsa un plátano aún verde, lo mostró y volvió a guardarlo. "Esta es la vida que aún no sucedió, es necesario esperar el momento adecuado". Finalmente tomó un plátano maduro, lo peló y lo compartió con él. "Esta es la vida en el momento presente. Aliméntate con ella y vívela sin miedos y sin culpas".

miércoles, 18 de mayo de 2005

love no is kill

Wassily Kandinsky


A UMA

"De todos tus viajes, solamente
conservas la memoria de los túneles
y algunos negativos ya velados,
su incógnita.
Hoy buscas en los álbumes
el ruido de tus pasos interiores,
el golpe de tu huella bajo el polvo,
y encuentras como siempre, otro silencio.
Javier Cano

Lo que queremos nos quiere
aunque no quiera querernos.
Nos dice que no y que no,
pero hay que seguir queriéndolo:
porque el no tiene un revés,
quien lo dice no lo sabe,
y siguiendo en el querer
los dos se lo encontraremos.
Hoy, mañana, junto al nunca,
cuando parece imposible
ya,
nos responderá en lo amado,
como un soplo imperceptible,
el amor
mismo con que lo adoramos.
Aunque estén contra nosotros
el aire y la soledad,
las pruebas y el no y el tiempo,
hay que querer sin dejarlo,
querer y seguir queriendo.
Sobre todo en la alta noche
cuando el sueño, ese retorno
al ser desnudo y primero,
rompe desde las estrellas
las voluntades de paso,
y el querer siente, asombrado,
que ganó lo que quería,
que le quieren sin querer
a fuerza de estar queriendo.
Y aunque no nos dé su cuerpo,
la amada, ni su presencia,
aunque se finja otro amor
un estar en otra parte,
este fervor infinito
contra el no querer querer
la rendirá, bese o no.
Y en la más oscura noche.
cuando
desde otra orilla del mundo,
la bese el amor remoto
se le entrará por el alma,
como un frío o una sombra
la evidencia de ser ya
de aquel que la está queriendo.
Pedro Salinas

martes, 17 de mayo de 2005

Metáfora del olvido

"Metafora del olvido". José-Carlos Guerra


"El hombre es un dios cuando sueña
y un mendigo cuando reflexiona"
Friedrich Hólderlin
"


Ansío llegar al fin de mis días con la sonrisa en los labios, el corazón tranquilo, la mente despierta y el alma en paz.

Ansío llegar al fin de mis días de la mano del niño que fui, del joven que fui, del hombre que soy y del viejo, que si Dios quiere, seré. Ellos, maestros de mi vida, me acompañan en este peregrinaje y me rocían con sus dones: la inocencia, la pasión, el temple y la sabiduría.

Ansío la sabiduría suficiente para aceptar las alegrías y la penas, la salud y la enfermedad, la juventud y la vejez, el goce y el dolor, como se acepta el tiempo: el sol, el calor, la lluvia, el temporal, la nieve o el frío; ó las estaciones: la primavera, el otoño, el verano o el invierno. Porque no esta en mi mano dominar los acontecimientos pero si la forma de afrontarlos. Porque como en el tiempo el cambio continuo es lo único que permanece.

Ansío la sabiduría suficiente para amar a mis semejantes, incluso a mis enemigos, y desterrar toda semilla de odio, ira o envidia en mi corazón; para dejarme amar por mis semejantes sin fronteras, sin alambradas, sin desconfianzas vanas; para amar y dejarme amar a pesar de los fracasos, de las heridas y de las cicatrices que la vocación de amante y de amado, como espinas de un rosal, conlleva en su ejercicio.

Ansío la sabiduría suficiente para que mi talento e inteligencia -siempre relativos- sirvan para alcanzar las metas que me proponga y sean usados con la ética y la moral que habita en mí, en algún lugar del alma, -aunque está limitación impida obtener fama, poder o riquezas- sabiendo en todo momento, con independencia del éxito, que nunca seré ni más ni menos que ninguna otra persona de este u otro planeta –todas, incluso las menos talentosas merecen mi respecto- y mantener vivas en mi las violetas de la humildad, la sencillez y la modestia.

Mi destino es ser mi mejor yo, aniquilarlo y fundirme en el universo.
Joshua Naraim

lunes, 16 de mayo de 2005

A golpe de timón



"A Cris"

"No es suficiente con pedir un deseo
tenemos que mover el corazón y el alma
para cumplir nuestros sueños"


A GOLPE DE TIMÓN

Es posible que Dios entre su bruma
sumergiera su voz para escucharte
en esa novedad de cada ocaso.
Es posible que Dios te dibujara
con su pincel azul para exigirte
un horizonte eterno en melodías.
Es posible que Dios te regalara
toda la juventud calladamente
como él crea las cosas, a destiempo
quizá para nosotros. En tu arena
fuimos una alborada incandescente,
un perfil amoroso entre sus manos.
Cada tarde contemplo tus contornos
sentado en ese muro de la dársena
con mis ojos rendidos y quebrados
de tejer con esperas los regresos
inútiles del día que no llegan.
Atada en el noray mi soledad
como una embarcación balanceándose
a golpe de timón. Tiemblan los pájaros
igual que tiembla el sol en cada aurora.
Miro la desnudez en tus riberas
y veo mi color tan ceniciento,
mis mejillas de arrugas más pobladas
que de estrellas fugaces el espacio.
Tú con la majestuosidad de siempre
cuando extiendes tus olas y despliegas
tus azuladas formas en la arena
como un ángel extiende sus dos alas.
Treinta años contemplando los cristales
de tus desnudas aguas, tus espumas,
con la misma solemnidad del vuelo,
con el mismo temblor que mi memoria
recuerda las primeras soledades.
Y seguiré escuchando mar tu nombre
hasta la saciedad de los crepúsculos.
Quizás a imagen tuya mis naufragios
se crearon igual que tus orillas
a impulsos sucesivos de derrotas.
Escucho tu reloj en bajamar,
tu diáfano reloj de sal y arena
marcando los instantes más ocultos
que guardas en tu labio impenetrable.
Los latidos del aire en mi arrecife
las súplicas sumergen en tu inmensa
burbuja de epitafios nunca escritos.
Demasiada ebriedad para ocultarte
la sombra que se cierne en mi materia,
el eco horizontal de mis palabras
agónicas de luz y de sentido.
Navegaré eludiendo acantilados
al roce de tus aguas con el cielo,
para hablarte al oído de mis dudas.
Tal vez, por fin, te apiades de mis pulsos,
de mi vencido fuego y de su llama,
que enciende la ceniza del recuerdo
el ascua del ausente paraíso.
En la decrepitud de mis mareas
volverás nuevamente como un sueño
repite el episodio más absurdo.
Estamos más unidos que el reflejo
de la nube en tu labio melancólico.
Seré puntual, puntual para esperarte.
Sentado aguardaré con el cansancio
los últimos suspiros de la tarde
y un pálpito de amor que se deslice
por el envés del vértice marino
de mi alma, donde escondo los secretos.
Demasiado silencio va guardando
lo espontáneo del día que se acaba
con el graznar de las gaviotas. Vuelve
la plenitud a mis rincones íntimos
y tus playas extienden sus rompientes
al alba de mi corazón sombrío.

Teodoro Rubio


domingo, 15 de mayo de 2005

Barquito de papel (Ecos de otras voces)




...dejo que mis ojos recorran espacios de un mundo aún no nacido;
adopto la posición del silencio, de la neutralidad;
no quiero mezclarme en sus batallas y, sin ningún remordimiento,
los abandono a su suerte de náufragos.
Indah.



Resuenan los ecos de otras voces: Indah, Joan Manuel, Eduardo. Escuchemos su melodía:
Barquito de papel
sin nombre, sin patrón
y sin bandera
navegando sin timón
donde la corriente quiera.
Aventurero audaz
jinete de papel
cuadriculado
que mi mano sin pasado
sentó a lomos de un canal.
Cuando el canal era un río,
cuando el estanque era el mar
y navegar
era jugar con el viento
era una sonrisa a tiempo
fugándose feliz
de país en país
entre la escuela y mi casa.
Después el tiempo pasa
y te olvidas de aquel
barquito de papel.
Barquito de papel
en qué extraño arenal
han varado
tu sonrisa y mi pasado
vestidos de colegial.
Joan Manuel Serrat



.
Hola. Yo tengo un barquito de papel. No es gran cosa, pero es mío, y lo sé manejar.
El problema es que no tiene ni vela, ni motor; y la mayoría del tiempo viaja a la deriva, por donde la marea de la vida lo lleve. Aunque a veces uso cualquier cosa que me sirva de vela y así viajo a favor del viento. Claro que esto tiene sus desventajas: el viento no siempre me lleva por buen camino. Entonces saco la mano, la sumerjo en las frías aguas y me pongo a remar, dándole dirección... pero voy lento y muchas veces me pierdo de puro distraído que soy.
Sólo allí es cuando realmente uno todas mis fuerzas, respiro hondo y soplo... soplo como nunca antes, encaminándome velozmente hacia buen puerto. Pero, como no podía ser de otra manera, esto también trae su desventaja: el hacerlo me agota, y sabiendo esto, muchas veces no me propongo a realizar estas maniobras, y así es como sigo sin rumbo, dejándome estar.
Claro que no viajo solo, no. Están todos mis amigos y familiares. Que, al haber tormenta, ellos son los primeros en ayudarme a remar para que no se hunda mi barquito de papel. También me ayudan a buscar un destino propicio. De otro modo, cualquier destino puede ser engañoso, al no tener ningún mapa que me oriente.
Además, existe una balsa, detrás, llevando mis amores pasados y amigos que ya no están. No me resigno a dejarlos ahogarse en el frío océano, por eso los llevo conmigo aunque no quieran o no puedan subir a bordo. La até con una cuerda cortita, para mantenerlos cerca. En caso de que necesiten ayuda, con que emitan un leve suspiro ya los escucho y trato de estar ahí, dando una vuelta a mi timón.
Como ya dije, no es gran cosa, pero es mío y lo quiero tal como es. Las aventuras vividas aquí arriba no tienen comparación, no es que sean proezas inigualables, es que las vivo yo y para mi, junto a mis seres queridos.
Así que ya saben, están todos invitados a mi barquito, que aunque sea de papel, es muy amplio y hay lugar para todos.
Cuando vean en alguna bocacalle un barquito de papel, no lo pisen! Puede ser mi barquito, o el de otra persona, tratando de buscar una vereda donde de el sol siempre y nunca se acabe el agua.

Dedicado a todos aquellos que me soportan día a día, sin que les importen mis defectos. ¡Gracias por remar junto a mi!
Eduardo Battaglia

sábado, 14 de mayo de 2005

Al alba


Suena Aute en el CD,
-ya no está de moda.
Sus canciones ocultan tantos recuerdos...
Con melancolía contemplo retazos de mi vida
como en un imaginario, antiguo y deshilachado albún de fotos.
Paseo, de su mano, por el amor y el deseo
de un tiempo extraviado
y una extraña combinación de amor y tristeza
me invade.
La belleza herida del momento
alcanza su climax en una canción: "Al alba"
La más bella y triste canción de amor que he escuchado.
Joshua Naraim
"Me acabaré yo antes que mi amor,
es cierto.
Al girar de los tiempos
regresaré a buscarlo
en una barca pequeña
de velas y juncos."
Pedro Pablo Gutiérrez
Si te dijera, amor mío,
que temo a la madrugada,
no sé qué estrellas son éstas
que hieren como amenazas
ni sé qué sangra la luna
al filo de su guadaña.
Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga,
quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,
al alba, al alba.
Los hijos que no tuvimos
se esconden en las cloacas,
comen las últimas flores,
parece que adivinaran
que el día que se avecina
viene con hambre atrasada.
Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga,
quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,
al alba, al alba.
Miles de buitres callados
van extendiendo sus alas,
no te destroza, amor mío,
esta silenciosa danza,
maldito baile de muertos,
pólvora de la mañana.
Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga,
quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,
al alba, al alba.
Luis Eduardo Aute

viernes, 13 de mayo de 2005

De "La lentitud de los bueyes"


Vuestro silencio y mi quietud se compensaron mientras duró el invierno y el fuego azul de los sarmientos.

Vuestro silencio fue más viejo y apagado que mi ausencia.

Después, alguna tarde, nos agrupamos todos en las tabernas de la desposesión, y allí bebimos el vino más amargo de la tierra.

La materia, inferior al instinto, cayó sobre nosotros en aluvión de piedras y retama.

Y ahora ocultamos en lugar seguro la sangre de aquel árbol que resistió al diluvio y al amor del esparto.

Ahora el silencio resuena en la mañana con timbres nunca oídos y su vientre destila grumos agrios.

Nadie conoce el valle del silencio ni las acequias verdes que cruzan nuestras almas.

Nadie se acerca hasta el lugar agreste donde madura la locura como un fruto.

Pues el silencio crece como vid silvestre y nuestros cuerpos resuman mansedumbre.

Julio Llamazares

miércoles, 11 de mayo de 2005

¿De qué va?

"Alrededor de la hembra solar
aún sigue girando oscuro el universo"
José Ángel Valente
-¿De qué va? –preguntó de improviso.
De inmediato supe a qué se refería. Le miré: el gorro de piel y la solapa alzada del chaquetón casi le ocultaban la cara; en sus ojos no había rastro de lágrimas, pero me pareció que estaba sonriendo.
¿De qué va el qué? –dije.
-La novela -contestó.
-Ah, eso –dije con un gesto a la vez suficiente y despreocupado, como si la inexplicable displicencia de Rodney respecto e ese asunto no hubiese sido causa de que yo suspendiera nuestros encuentros en Treno’s-. Bueno, en realidad todavía no estoy muy seguro…
-Me gusta –me interrumpió Rodney.
-¿Qué es lo que te gusta? –pregunté, atónito.
-Que aún no sepas de qué va la novela –contestó-. Si lo sabes de antemano, malo: sólo vas a decir lo que ya sabes, que es lo que sabemos todo. En cambio, si aún no sabes lo que quieres decir pero estás tan loco o tan desesperado o tienes el coraje suficiente para seguir escribiendo, a lo mejor acabas diciendo algo que ni siquiera tu sabías que sabías y que sólo tú puedes llegar a saber, y eso a lo mejor tiene algún interés. –Como de costumbre, no supe si Rodney hablaba en serio o en broma, pero en esta ocasión no entendí ni una sola de sus palabras. Rodney debió notarlo, porque, echando a andar de nuevo, concluyó-: Lo que quiero decir es que quien siempre sabe a dónde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho.

Javier Cercas. La velocidad de la luz.

viernes, 6 de mayo de 2005

CELEBRACIÓN COMPARTIDA

"A Lilian y Wendy en el día de su cumpleaños"

La prisa es una carrera hacia la muerte.
La lentitud detiene el tiempo,
ensancha el instante,
propaga la vida en armonía.
ANTONIO COLINAS

EL REGRESADO

Hay puertas que no se abren
hacia atrás.

Soy yo, he regresado, mintió.

Ella siguió llorando.
Esa mañana
Iría a poner flores en su tumba.
JAVIER VELAZA

A Lilian,
lejana en el tiempo,
cercana en la memoria.
A medida que profundizamos en nuestras vidas y maduramos, nos va rodeando un nuevo silencio: el de las personas que crecieron y progresaron con nosotros. Por el contrario, un nuevo fervor nos rodea: el de aquellos que sin suponer nada en nuestras vidas, sin tener intereses, nos muestran su atención y afecto. Esta es la prueba objetiva de que estamos en otro , plano de la existencia, de que no somos lo que fuimos, rotas ya tantas amarras.
ANTONIO COLINAS

A Wendy,
lejana en la distancia,
cercana en el aprecio.
Nos esmeramos en cuidar de nuestras relaciones sociales, no cesamos de hacer planes y proyectos, buscamos incesantemente soluciones fuera de nosotros sin saber que las obras más nuestras, más esenciales, se conforman y maduran inconscientemente en nuestro interior. Incluso hay veces que sentimos cómo esas obras se conforman y maduran en silencio. Maduran como madura la luz del otoño.
ANTONIO COLINAS

martes, 3 de mayo de 2005

ENTRE PARANTESIS

"Que más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada."
José Hierro

ENTRE PARÉNTESIS
Y en el primer latido comenzaste
a recordar el tacto, los colores,
los sonidos y el miedo, como rastros
de todo aquello en lo que no existías.
DEspués amaneció; de entre los otros
alguine vino a contarte muchas cosas
que jamás escuchaste y, sin embargo,
tenías la certeza de saber.
Ahora vives dentro de dos signos
que juegan a encontrar la simetría
de lo que una vez fuiste y lo que esperas.
Javier Cano

domingo, 1 de mayo de 2005

TEMO

"Una vez más desciende la tristeza
como reptante sierpe a ras de suelo."
José Ángel Valente.
Temo a la luz y temo a la umbrosa oscuridad, temo a la reja
y temo a la libertad. Temo a la vida y a lo que no es fugaz.
Temo al amor y a la ausencia de amor, a la soledad y a todas
sus ausencias, a la flor y a su bagaje de primaveras.
Me temo a mí y al mundo, y soy puro temor hecho demora.
Huyo de la angustia y la angustia me aplica su rigor y su ley.
Huyo del pasado, y el presente es medida del pasado.
Huyo del mundo, y de mí, y todo vuelve a mí en forma de duda,
de hojarasca, de realidad sobre la misma realidad alzada,
de temor, pena y alegría, de racimos de uva inalcanzable.
Temo y huyo constantemente, sin límite ni finalidad
ni razón. ¿Adónde ir? ¿Cómo he llegado a mi cuerpo hecho de selva
y espinas? Sólo el largo viaje de la palabra me serena.
Sólo me serena el lento viaje del árbol hacia su nido.
Sara Pujol Russell

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