sábado, 19 de enero de 2008

Gajes del oficio


Era un hombre que, por su profesión,
cuando cometia errores eran siempre de bulto.
Me estoy refiriendo a un maletero
o porteur, eso depende
de la situación del sujeto respecto
a la cordillera pirenaica
quien, atendiendo por uno u otro nombre,
acababa deslomado cada día
de tanto descargar y cargar trenes.

Yo también cometo errores de bulto:
voy a abrazar tu cuerpo y me abraso en el aire,
voy apedir tequila y pronuncio te quiero,
voy a aspirar la brisa y estás en mi garganta.

Así acabo descorazonado cada noche
de tanto acarrear mi amor por todas partes:
un amor que no sé dónde dejar
cuando llega la tarde y tú no estás conmigo.

Ángel González




miércoles, 16 de enero de 2008

Para tener...



Para tener unos labios atractivos,
di siempre palabras amables.

Para tener ojos adorables,
mira siempre las cosas buenas de la gente.

Para una figura esbelta,
comparte tu comida con los que padecen de hambre.

Para mantener la elegancia,
camina con la certeza de que nunca estás sola.

Recuerda, si necesitas una mano amiga,
la encontrarás en el extremo de cada uno de tus brazos.

Con el tiempo y la madurez,
descubrirás que tienes dos manos:
una para ayudarte a tí misma
y la otra para ayudarle a los demás.

La belleza de una mujer no está en su figura
en la ropa que viste
o en la forma como se peina.

La belleza de una mujer tiene que ser vista en sus ojos,
por que son la puerta de su alma,
el lugar donde habita el amor.

La verdadera belleza de una mujer se refleja en su alma.
En la bondad con la que dá amor
y en la pasión que demuestra.

La belleza de una mujer crece con el pasar de los años.

Audrey Hepburn.




domingo, 13 de enero de 2008

Y lo perdimos para siempre...

Del fragmento deduzco la grandeza.
De la totalidad, la pequeñez...

El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre

Ángel Gónzalez




miércoles, 2 de enero de 2008

Uno aprende...






Muchas personas nos acompañan en nuestro primer viaje de crecimiento. Pero pasa el tiempo y en otras etapas en que también debemos crecer...estamos solos.
A quienes nos ayudan a desprendernos del viejo plumaje y con paciencia están junto a nosotros esperando que culmine ese proceso, confiando en que podremos hacerlo, debe ir nuestro mayor agradecimiento, ya que no quedan muchas posibilidades:
Sólo se puede luchar o morir.
¡Tengamos en cuenta la actitud de los grandes y como ellos emprendamos el Vuelo!

*** *** *** ***
Y uno aprende después de un tiempo
uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma.

Y uno aprende que el amor no significa recostarse y una compañía no significa seguridad y uno
empieza a aprender...

Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas
y que uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos
y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy
porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad y después de un tiempo
uno aprende que es demasiado hasta el calorcito del sol quema.

Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma
en lugar de esperar que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar
que uno realmente es fuerte
que unor realmente vale
y uno aprende y aprende.

Y con cada adiós uno aprende.

José Luis Borges

Posted by Picasa


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