Emborráchate de amor o guerra, y beberás a oscuras
el agua que brota de las piedras desnudas;
golpean con sus pies de tantanes los días tardíos; y bailan; y se repiten,
cansinos como sus nombres, en el antiguo calendario del mundo.
¡Qué difícil resulta entender que no se es mucho más que una parte de la tramoya!
Hay que aceptarlo; doblar cuidadosamente pensamientos, guardar letras y
poemas en el armario del alma y cerrarlos bajo siete llaves.
Huelgan recuerdos y ventanas; ¿a qué la luz, si no hemos de leerlos?, te
preguntas. Sentada, y con los pies colgando sobre el abismo, tiras un
zapato, sólo por distraerte, y esperas, sin prisa: sabes que más pronto,
o más tarde, oirás un plof;
pero sorprende -siempre habrá algo que sorprenda- rebota como una
pelota de colores, aquella de tu infancia, hasta calzar de nuevo el pie,
o se aleja como un ave que roza con sus alas las pupilas,
cansadas de ver -sin mirar- tanta sinrazón, tanta desgracia; y
hiere, y araña la piel, y el corazón, y la mejilla.
Mientras la niebla se riza los cabellos con las ramas,
mientras la mano acaricia la fiera que más temes,
mientras el universo sigue su curso imperturbable,
observas a una mujer, parecida a ti, sentada al otro lado del abismo,
y la saludas.
indah
Adaptación y composición: Joshua Naraim
4 comentarios:
Desde aquel 5 de marzo de 2003 que tome prestado este hermoso verso para “El Cuaderno de Bitácora” (entonces enviado por e-mail a mis amigos):
sigo emborrachándome de amor en la medida de lo posible
y me alegra que no hayas doblado –al menos conmigo- cuidadosamente tus pensamientos y guardado las letras y los poemas en el armario del alma bajo siete llaves
porque mientras el universo sigue su curso imperturbable,
observo a una mujer, parecida a ti, sentada al otro lado del abismo,
y la saludo.
Sigue siendo un placer compartir contigo, éste tu block.
"Pero sorprende -siempre habrà algo que sorprenda-" y ahì està el meollo de esta vida...en dejarnos sorprender y que esto no paralice nuestros pasos, sino que siempre siga abriendo puertas(y esto me lo enseñaste vos, Indah, abrir puertas!, cuando yo solo miraba por las mirillas)Gracias Siempre...del otro lado(?) del planeta;))
Al otro lado del abismo otra mujer
-parecida a ti-
te saluda.
Nunca me canso de compartir, mucho menos de recoger lo que nos regalas.
:***
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