domingo, 14 de octubre de 2007

el anciano


El anciano debiera ser como la luna,
un cuerpo opaco destinado a dar luz.





Hay un anciano ante una senda vacía. Nadie regresa de la ciudad lejana; sólo el viento sobre las últimas huellas.

Yo soy la senda y el anciano, soy la ciudad y el viento.

Antonio Ganoneda ("Libro del frío")

2 comentarios:

Carz dijo...

Hay caminos que son sólo de ida hasta que dejan de serlo.

Un abrazo

UMA dijo...

A veces uno se siente asì, sin ser del todo sabio:)
Solo tal vez.
Un besazo Alto Mago
Bicos y Ternura

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