Se conocieron por internet,
y se enamoraron.
Él la llamaba "Azúcar"
y ella: "Principe de la satisfación".
Cuando la relación se volvió suficientemente seria
decidieron encontrarse,
pero...
(siempre hay un pero)
¡eran marido y mujer!
Se llevaron una gran decepción.
En su vida real
no había nombres cariñosos
sino discusiones diarias.
Tras el amargo encuentro
decidieron divorciarse immediatamente.
Al parecer,
se acusan de engaño mutuamente.
y se enamoraron.
Él la llamaba "Azúcar"
y ella: "Principe de la satisfación".
Cuando la relación se volvió suficientemente seria
decidieron encontrarse,
pero...
(siempre hay un pero)
¡eran marido y mujer!
Se llevaron una gran decepción.
En su vida real
no había nombres cariñosos
sino discusiones diarias.
Tras el amargo encuentro
decidieron divorciarse immediatamente.
Al parecer,
se acusan de engaño mutuamente.
4 comentarios:
Es cierto. A veces las apariencias no son como se nos muestran... y nos deslumbran.
Un abrazo
Eso les pasa por hacer trampa:)
Bicos y ternura
"qué triste es esa muerte lenta que llamamos costumbre".
Quién le escribía versos
dime quién era
quién le mandaba flores
por primavera,
cantaba Cecilia, y lo curioso es que, aunque podrían (o deberían) hacerse varias tesis doctorales (psicología, psiquiatría, y algún que otro 'ía' más), no nos dan ganas de pegarles un capón, que es lo mínimo que se merecen. No, claro que no, somos capaces de entender la emoción de ella, y casi -si te descuidas- le admiraras a él.
indah
Hola!! Sabes me fascino tu blog, escribes de temas muy reales y con una facilidad impresionante en hora buena!!
Publicar un comentario