En alguna ocasión he dicho que “la verdad es una mentira –no siempre mal intencionada- por desvelar”.
La soledad es una de esas verdades. A pesar de nuestro sentimiento, y aún a pesar de nuestra voluntad de refugiarnos en ella, la soledad no existe. Siempre hay tendida una mano amiga que la disipa, que la desvanece, aunque estemos ciegos, aunque nos neguemos a estrecharla. Siempre habitamos en la mente y en la vida de los que nos aman y siempre hay alguien, aún a nuestro pesar, que nos ama, transformando soledad en compañía, tormento en compasión, enojo en paz. Únicamente nuestra terquedad en sentirnos solos cuando realmente estamos acompañados convierte en verdad nuestro mentiroso sentimiento.
Gracias a mi familia: padres, hija, hermanos, parientes –más o menos lejanos-; a mis amigos de piel y sudor; a mis amigos invisibles -vosotros- que me hablaís con los dedos y me leeís con los ojos (Lilian, Latequin, Enma, Luz Stella, Camila, Indha, Mar, Uma, Craz, Wendy,Pitu,…); a mis compañeros de trabajo –unos cuantos también amigos- e incluso a todos los desconocidos con los que me tropiezo todos y cada día de mi vida, no puedo decir con fundamento: ¡Qué estoy sólo! Aunque a veces, me sienta como si lo estuviera.
La soledad es una de esas verdades. A pesar de nuestro sentimiento, y aún a pesar de nuestra voluntad de refugiarnos en ella, la soledad no existe. Siempre hay tendida una mano amiga que la disipa, que la desvanece, aunque estemos ciegos, aunque nos neguemos a estrecharla. Siempre habitamos en la mente y en la vida de los que nos aman y siempre hay alguien, aún a nuestro pesar, que nos ama, transformando soledad en compañía, tormento en compasión, enojo en paz. Únicamente nuestra terquedad en sentirnos solos cuando realmente estamos acompañados convierte en verdad nuestro mentiroso sentimiento.
Gracias a mi familia: padres, hija, hermanos, parientes –más o menos lejanos-; a mis amigos de piel y sudor; a mis amigos invisibles -vosotros- que me hablaís con los dedos y me leeís con los ojos (Lilian, Latequin, Enma, Luz Stella, Camila, Indha, Mar, Uma, Craz, Wendy,Pitu,…); a mis compañeros de trabajo –unos cuantos también amigos- e incluso a todos los desconocidos con los que me tropiezo todos y cada día de mi vida, no puedo decir con fundamento: ¡Qué estoy sólo! Aunque a veces, me sienta como si lo estuviera.
Joshua Naraim
4 comentarios:
da gusto ver que la resurrección es posible
que encuentres tu centro
y tu camino, en soledad
En una primera aproximación podría decirse que la soledad es una buena amiga pero una pésima amante.
Solemos sentirnos solos sólo cuando nos falla la correspondencia en el amor, o la negación de la convivencia con quien se ama, sea cual fuere la causa. Porque en el resto de las facetas, es difícil estar verdaderamente solo.
Un abrazo, como prueba.
Y mira que a veces sentìa que no te hacìan ni cosquillas mis bicos:)
Has sido siempre un gran amigo, has sido partìcipe amoroso en los cambios de mi propio mundo y te hiciste un lugar en mi corazòn muy bello e importante.
Hoy quiero agradecerte tus muchas palabras que sin saberlo me han hecho crecer, hoy agradezco tu afecto y te doy mi abrazo.
Demostraciones como la tuya de hoy, hacen que yo tambièn me sienta menos sola;-)
Hoy es el dìa del amigo en mi paìs, entonces te saludo especialmente.
Bicos y ternura mi Alto Mago
Yo, aunque no sea políticamente correcto y aunque contradiga todo aquello que se han empeñado en enseñarme desde que tengo uso de razón (yo creo que incluso antes :), y ahora que nadie nos lee, o ahora que 'nos imagino' frente a una tacita de té, o de café, o una sidrina o una cerveza, me permitiría (tengo un día ciertamente 'audaz' : )) acercar mis manos a las tuyas (no digo 'coger' porque es demasiado imaginar) y, trataría de cambiar el pensamiento, Joshua, estamos solos: aunque a veces nos sentimos acompañados.
Gracias por permitirme acompañarte. Y gracias, sobre todo, porque en ningún momento hayas pensado que te he dejado solo.
indah
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