A Marian
Como la tierra seca abre
su dura entraña el agua,
como el galope de un caballo fuerza el horizonte
y hace saltar el corazón los límites
de la indefensa vida: así has vennido tú.
Te reconozco.
Así has llegado. Es tiempo
de dolor. Es tiempo, pues, de alzarse.
Tiempo de no morir.
Pues has venido
cuando hasta su raíz mis huesos
la pena quebrantaba.
Así has llegado, así has venido tú,
fidelidad sin fin que me ata a la vida.
José Ángel Valente
su dura entraña el agua,
como el galope de un caballo fuerza el horizonte
y hace saltar el corazón los límites
de la indefensa vida: así has vennido tú.
Te reconozco.
Así has llegado. Es tiempo
de dolor. Es tiempo, pues, de alzarse.
Tiempo de no morir.
Pues has venido
cuando hasta su raíz mis huesos
la pena quebrantaba.
Así has llegado, así has venido tú,
fidelidad sin fin que me ata a la vida.
José Ángel Valente
1 comentario:
Después (o incluso durante) el desasimiento, reconforta hallar ataduras a la vida.
Expresiva imagen y expresivo poema de Valente, y expresiva tu elección.
Un abrazo
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