jueves, 6 de mayo de 2010

El regalo...


A Wendy,
en un día especial.
"Cierro los ojos para poder soñarte mejor"

VII

Un día J compró una caja de cartón decorada con motivos y letras orientales, empaquetó los cinco elementos que sustentan la vida, uno por uno, en papel de seda de color esperanza, y los metió dentro de la caja. Y entonces se subió a un tren.

Últimamente J leía mucho, y en una de esas lecturas aprendió la teoría de los elementos de la vida, que según el feng-shui, eran cinco. Cinco materias diferentes pero complementarias, para buscar la armonía, el orden frente al caos, la luz en las tinieblas.

J bajó del tren y se fue a buscar a W para regalarle los cinco elementos. Cinco, como los cinco sentidos. Como los cinco dedos de una mano. Como las cinco líneas de un pentagrama. Como los cinco brazos de una estrella de mar, como las cinco letras que componen su nombre.

Madera, para cobijarla.
Fuego, para iluminarla.
Tierra, para estar siempre en pie.
Piedra para defenderse.
Metal, para estar a salvo.

J le regaló los cinco elementos para que W estuviese siempre en armonía.

De “Escorzos”. Juan Carlos Vellido

1 comentario:

gaia07 dijo...

Precioso regalo "la armonía".
Un beso.

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