sábado, 12 de abril de 2008

Ahí están

Ahí están,
sentados,
dormidos de día, despiertos de noche,
asidos a sus sillas de ruedas,
jugando a las cartas y al dominó ellos
haciendo ganchillo ellas.

Con una marcha que ya quisieran para si
algunos carrozas de veintipocos.

Movilizados de aquí para allá,
de casa en casa,
de ciudad en ciudad,
trastos viejos e inútiles
de una sociedad dominada
por la prisa, el bonoloto, los ejecutivos de alto nivel,
la productividad y el estrés.

Tienen setenta y pico, ochenta y hasta noventa
inviernos a sus espaldas.
¡Qué ya son inviernos!

Necesitan una mano amiga,
necesitan ser protagonistas del presente y de su historia,
necesitan de su comunidad.

Nadie los preparo para esta etapa.

Ellos, ¡qué lo saben casi todo!

2 comentarios:

UMA dijo...

Nadie nos prepara, Joshua.
Te leì varias veces sin saber què decirte...
Recuerdo a mis abuelos, dignos ellos, veo a mi padre envejecer y temo que no le gusta, o lo asusta.
Uno intenta perpetuar instantes, hacer que se sientan queridos y valorados...
Nadie nos prepara, yo conservo la ilusiòn de aprehender todo lo que me han dejado algunos ancianos queridos, tal vez, por el miedo a mi mañana.
Un abrazo, Alto Mago
Bicos y ternura

Mar dijo...

Aunque intentemos aprender y aprehender cuando nos llegue no nos gustará, nos asustará y nos sentiremos como ellos, ¡nosotros! que creemeos que todo lo sabemos

Estupendo caleidoscopio, Joshua.

Besos.

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