- La mejor educación es ejercer el ejemplo; pero un ejemplo natural, persistente, sobrehumano a veces. Un ejemplo que reproduzca las invariables constantes de la naturaleza. Que un maestro o un padre sean ejemplares para los niños como lo son los arquetipos: el otoño, el alba y el ocaso, el crecimiento del árbol, el curso del agua entre las duras rocas.
- Para el escritor no existe reconocimiento mayor que el que le ofrece el lector anónimo, ese lector apartado, sin poder de ningún tipo; ese lector -dicho sea con todos los honores- que no existe. El creador arroja su palabra nueva al océano de la noche y, en la orilla apartada, el anónimo lector recoge el mensaje, sintoniza con la palabra revelada. No otro es el fin de la creación: encontrar un espejo claro y anónimo donde reflejar la palabra inspirada.
- Casualmente descubro en un texto infantil la siguiente frase, aparentemente superficial y ligera: "Si buscas algo que no haya en este mundo, corre, ríe, canta, baila. Canta, amor, baila; baila, amor, canta; ríe, amor, corre; corre, amor, ríe". Parece sólo un simple trabalenguas, pero derviches y sufíes no hubieran ejemplificado mejor con palabras la práctica de ser feliz con absoluta despreocupación.
- En todo paraíso siempre habita una serpiente. Lo que se trata es de saber dónde está agazapada.
- Escribir en la página en blanco y, al hacerlo, irnos dando cuenta de que estas palabras -estos signos- durarán más que nosotros, serán más resistentes al paso del tiempo que toda nuestra compleja maquinaria corpórea. Sentirse derrotados por el signo, ¿no es terrible?
(Subrayados en el libro "Tratado de Armonía" de Antonio Colinas)
1 comentario:
Hola Joshua,
¡Cuánto tiempo si saber de ti!
Espero que vaya todo bien.
Y dicho esto...
Con el último subrayado no estoy de acuerdo... un padre ¿se siente derrotado por que sus hijos le sobrevivan?
Creo que es todo lo contrario, lo simple perdura lo complejo degenera, el equilibrio está en lo sencillo, no en lo complejo.
Y dicho esto...
Te dejo un abrazo.
Publicar un comentario