Y tú me dices que tienes los pechos rendidos de esperarme, que te duelen los ojos de estar siempre vacíos de mi cuerpo, que has perdido hasta el tacto de tus manos de palpar esta ausencia por el aire, que olvidas el tamaño caliente de mi boca. Y tú me lo dices que sabes que me hice sangre en las palabras de repetir tu nombre, de lastimar mis labios con la sed de tenerte, de darle a mi memoria, registrándola a ciegas, una nueva manera de rescatarte en besos desde la soledad en la que tú me gritas que sigues esperando. Y tú me lo dices que estás tan hecha a esta deshabitada cerrazón de la carne que apenas si tu sombra se delata, que apenas sí eres cierta en esta oscuridad que la distancia pone entre tu cuerpo y el mío. De: José Manuel Caballero Bonald Somos el tiempo que nos queda. |
"EN TODOS NOSOTROS EXISTE UN MAGO, UN MAGO QUE LO VE Y LO SABE TODO" "LA INCERTIDUMBRE QUE SIENTES EN TU INTERIOR ES LA PUERTA DE LA SABIDURÍA"
martes, 28 de septiembre de 2010
Espera
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6 comentarios:
"... y me hice sangre en las palabras de repetir tu nombre.."
Que tortuosa es la "espera"..
pero aún más si no se conoce, si no se sabe qué se espera..
Como siempre ... eliges unos textos de una profundidad y un calado que me llegan..
un abrazo con gracias apretadas.
isla
Es la espera más desesperante:
el desencuentro sin sentido, la impotencia.
No sé si somos el tiempo que nos queda, el que nos marcó o el que vivimos ahora mismo.
Un abrazo.
Es un estímulo comprobar que, con harta frecuencia, los textos que elijo u ocasionalmente escribo tiene reflejo en tus comentarios, siempre generosos. Además contribuyen, rayando la magia, a transformar mi monólogo en un preciado diálogo.
Un abrazo a tu calidez, Isla.
La realidad es que siempre estamos esperando, Mateo, y también desesperando.
La espera y la desespera deben venir incluidas de serie en nuestro kit de vida y supervivencia.
En algunas ocasiones, algunos virtuosos, consiguen congelarlas, inmortalizarlas y hacerlas transcender a través en su arte.
Un abrazo
Quizá deberíamos aprender a esperar caminando, a la desesperanza le costaría más anidar.
Un abrazo
dicen que en la espera está la desespera, pero en la esperanza siempre hay ilusión.
Un abrazo, Gaia.
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