La belleza está en el esqueleto
y la elegancia en el comportamiento.
Si la amada desaparareció,
hurtándote calor y besos,
hurtándote calor y besos,
envasa tus lágrimas en una botella
y arrójala al mar;
el amor es una simiente
que crece todos los días.
Si la pasión voló lejos de tus entrañas,
abre los ojos al mundo,
y aprende de la primavera,
que olvida la helada infecundidad del invierno
para hervir en sangre y flores
el fruto de la vida.
Si la risa se cayó de tus labios
empujada por el dolor,
no mojes torrencialmente tu pena,
espera que el nuevo día recoja tu risa
porque la felicidad es el carmín más rojo
para tus labios.
Si la amistad te apuñaló
la confianza por la espalda,
no llores por ti,
hazlo por él.
Porque ha perdido
lo más verdadero del mundo.