Deseaba llegar a ser la primera bailarina y quería comprobar si poseía las dotes necesarias, de manera que cuando llegó a su ciudad una gran compañía de ballet, fue a los camerinos luego de una función, y habló con el director.
-Quisiera llegar a ser una gran bailarina, le dijo, pero no se si tengo el talento necesario o que me hace falta.
-Dame una demostración, le dijo el maestro.
Transcurrido apenas 5 minutos, la interrumpió, moviendo la cabeza en señal de desaprobación.
-No, no tiene usted condiciones.
La joven llegó a su casa con el corazón desgarrado, arrojó las zapatillas de baile en un armario y no volvió a calzarlas nunca más, se casó, tuvo hijos y cuando se hicieron un poco mayores, tomó un empleo de cajera en un supermercado.
Años después asistió a una función de ballet, y a la salida se topó con el viejo director que ya era octogenario, ella le recordó la charla que habían tenido años antes, le mostró fotografías de sus hijos y le comentó de su trabajo en el supermercado, luego agregó: Hay algo que nunca he terminado de entender.
-¿Cómo pudo usted saber tan rápido que yo no tenía condiciones de bailarina?
-Ahhh, apenas la miré cuando Ud. bailó delante de mi, le dije lo que siempre le digo a todas, le contestó.
-¡Pero eso es imperdonable! Exclamó ella, ¡Arruinó mi vida, pude haber llegado a ser primera bailarina!
- No lo creo, repuso el viejo maestro. Si hubieras tenido las dotes necesarias, y una verdadera vocación para bailar, no habrías prestado ninguna atención a lo que yo dije.
Sin duda, si te crees perdido, estás perdido y si crees que no puedes, pues no podrás.
Si quieres hacer algo pero lo crees imposible, no creo que triunfes jamás.
En la vida no solo el valiente o el veloz triunfa, tarde o temprano el que siempre vence es el que cree que es posible.
Fuente: reflexionesdiarias.wordpress.com
6 comentarios:
Creo que es una buena lección, Joshua: nosotros con nuestra convicción y nuestro trabajo hacemos la profesión: REALIZAMOS LA VOCACIÓN. Me alegra ver de nuevo una entrada tuya que, como siempre,está llena de sabiduría.
Un abrazo.
Voluntad y determinismo, :-)
Un besazo,
Excelente post.
Me ha encantado
Es un buen ejemplo para aprender dónde debes poner la confianza en primer lugar. Siempre en ti misma, y después en los demás.
Un beso
uf¡¡ que bello y que cierto,
Lo digo por experiencia ,no perder nunca la confianza en una misma es lo que te ayuda a seguir luchando por lo que una desea.
MIL BESOS.. (me alegro hoshua de encontrarte de vez en cuando por aqui.)
Aplaudo la importancia de la propia valoración y de la determinación que da el fuerte deseo de alcanzar un objetivo. Pero me cuidaría de brindar a todas las personas exactamente la misma respuesta, porque en el fondo -aunque aparente en la forma- no es la misma pregunta la que realizan. Fíjate la respuesta que da este hombre en este cuento -que leí en un libro llamado El poder del Ahora:
Un mendigo estuvo junto a una carretera durante más de treinta años. Un día, un desconocido pasó por allí
-¿Una limosna? - murmuró el mendigo, alargando mecánicamente su gorra de béisbol.
- No tengo nada que darte -dijo el desconocido. A continuación preguntó:
- ¿Sobre qué estás sentado?
- Nada -respondió el mendigo-. Sólo una vieja caja. He estado sentado en ella desde no sé cuándo.
- Has mirado dentro alguna vez -preguntó el desconocido.
- No -dijo el mendigo-, ¿para qué? No hay nada dentro.
- Echa una mirada -insistió el desconocido.
El mendigo consiguió abrir la tapa. Con infinita sorpresa, incredulidad y dicha vio que la caja estaba llena de oro.
Por ahora me despido. Besos :)
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