Estaba un día Diógenes plantado en la esquina de una calle y riendo como un loco.
¿De qué te ríes?, le preguntó un transeúnte.
¿Ves esa piedra que hay en medio de la calle? Desde que llegué aquí esta mañana, diez personas han tropezado en ella y han maldecido, pero ninguna de ellas se ha tomado la molestia de retirarla para que no tropezaran otros.
Fuente: La oración de la rana, pág. 226. Anthony de Mello
¿Dónde está Dios, aunque no exista? Quiero rezar y llorar, arrepentirme de crímenes que no he cometido, disfrutar de ser perdonado por una caricia no propiamente maternal.
Un regazo para llorar, pero un regazo enorme, sin forma, espacioso como una noche de verano, y sin embargo cercano, caliente, femenino, al lado de cualquier fuego... Poder llorar allí cosas impensables, faltas que no sé cuales son, ternuras de cosas inexistentes, y grandes dudas crispadas de no sé que futuro...
Una infancia nueva, una ama vieja otra vez, y una cama pequeña donde acabe de dormirme, entre cuentos que arrullan, mal oídos, con una atención que se pone tibia, de rayos que penetraban en jóvenes cabellos rubios como el trigo... Y todo esto muy grande, muy eterno, definitivo para siempre, de la estatura única de Dios, allá en el fondo triste y somnoliento de la realidad última de las cosas...
Un regazo o una cuna o un brazo caliente alrededor de mi cuello... Una voz que canta bajo y parece querer hacerme llorar... El ruido de la lumbre en el hogar... Un calor en el invierno... Un extravío suave de mi conciencia... y después sin ruido, un sueño tranquilo en un espacio enorme, como la luna entre las estrellas...
Fuente: Libro del desasosiego, pág.213. Fernando Pessoa.
9 comentarios:
Yo seria quien tropezara y se parara a quitar la piedra...
lo hago muuuuuchas veces...
transito con el coche una carreterita comarcal cada tarde para ir ami gimnasio...y muchas veces alguna piedra desprendida esta apunto de destrozarme una rueda...
paro....bajo del coche y la aparto..
y algunas veces es tarde...es de noche y siento miedo...
peor me subo de neuvo en el coche con la satisfaccion del deber cumplido...
preciosos todos tus post...
un abrazo
Divertido y cierto lo de Diógenes, y es más: podemos tropezar dos veces en la misma piedra y no quitarla. Yo a veces lo hago, pero no siempre -me refiero aquitarla pero también a tropezar dos veces-
Ese regazo dulce, acogedor, protector...un sueño o un recuerdo, una añoranza.
Un abrazo.
Dos veces he tropezado con la misma piedra ,espero verla ,antes de tropezar tres.
MIL BESOS ..
Dos veces he tropezado con la misma piedra ,espero verla ,antes de tropezar tres.
MIL BESOS ..
Una actitud digna de elogio, Firenze, ojala muchos sigan tu ejemplo en los dos aspectos: sacar la piedra y vencer el miedo.
Muy creativo tanto tu nombre como "el mundo que ven tus ojos".
¿Cuál es tu signo zodiacal?
Un abrazo
Dicen, Mateo, que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, pero se equivocan, tropezamos cuantas veces haga falta hasta rompernos la crisma.
Por eso la historia se repite, una y otra vez.
Un abrazo.
Menos mal, Aixa, que siempre hay almas generosas que quitan las piedras del camino para elevar sus muros.
Besitos.
Diógenes era muy sabio, como buen filósofo practicaba aquello que enseñaba en público lo que ahora nos parecería una locura.
Cierto es que vengo a estimular mi imaginación con la soledad para disfrutar más ampliamente sin interrupciones, y dice el miedo que estando él hay más alicientes, siembra la duda de si sabré encontrar ese regazo enorme en mi ventana donde suspirar con la luna llena de esta noche.
Un beso
Tus comentarios frecuentes, desde hace tiempo, como la lluvia, riegan mis flores y las hacen más hermosas.
Gracias, por tus visitas, Gaia.
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