lunes, 26 de mayo de 2008

Con la propia oscuridad...


Es más seguro andar
con la propia oscuridad
que con la luz de otro


Sucedió que un ciego fue a visitar a un amigo y, como se había hecho tarde, éste le ofreció un farol para que regresara a su casa.

Esto hizo reír al ciego: "para mí es lo mismo el día que la noche", le dijo "¿qué voy a hacer yo con un farol?". Su amigo le replicó: "Es verdad que no necesitarás ver el camino hacia tu casa. Pero el farol puede servirte para disuadir a quien quisiera atracarte en la oscuridad".

De modo que el ciego tomó el farol y salió. Al poco rato, alguien tropezó con él, haciéndole perder el equilibrio. "Eh! ¿por qué no va con más cuidado, amigo?", gritó el ciego "¿es que no ha visto el farol?".

"Hermano", dijo el otro, "su farol está apagado".


"La oración de la rana"
(Anthony de Mello)



2 comentarios:

Carz dijo...

Es cierto Joshua,

Someter el alma propia a una ortopedia nos aleja de nosotros mismos y no nos acerca a los demás de forma perdurable.

Un abrazo.

UMA dijo...

Joshua, mi alto Mago, has sido de alguna manera mi mentor, si he recobrado parte de mi, en mucho tenès que ver...vos sabès que lo que digo es cierto, por eso te he llamado mi "Alto Mago". Anthony de Melo dice todo lo que hoy intento escuchar, vos me lo entregàs con una sabidurìa y un misterio que va màs allà de mi propia visiòn, sos lo màs. Te quiero mucho, Joshua, y nunca mis palabras van a abarcar en esta vida, tanto agradecimiento por tu generosidad para conmigo. Bicos y ternura.

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